La población de ciervos se ha multiplicado por tres en los últimos diez años en la Región

  • La población de ciervos se ha multiplicado por tres en los últimos diez años en la Región, pasando de los poco más de 200 ejemplares hace una década a los cerca de 700 que se calcula que hay a día de hoy en diversas zonas montañosas de la Región.
Manada de ciervos
Manada de ciervos
UC - Archivo
Manada de ciervos

La proliferación de esta especie, a partir de los acotados cinegéticos, ha llevado a que se extiendan en los sistemas montañosos de Yecla, Jumilla, Caravaca de la Cruz, Mula, Bullas, Moratalla, Cehegín, Calasparra, Cieza, Ricote, Abarán, Blanca, Ojós o Campos del Río.

Hace una década era prácticamente imposible encontrar ejemplares de esta especie fuera de los cotos de caza, mientras que en la actualidad se estima que unos 200 ejemplares viven en libertad. El resto se reparten en los cinco cotos habilitados y regulados en los Planes de Ordenación Cinegética, ubicados en los términos municipales de Yecla, Moratalla y Cehegín.

La directora general de Medio Natural, Consuelo Rosauro, subrayó que la recuperación de esta especie "viene a enriquecer aún más el ya de por sí amplio y variado catálogo de fauna regional". "La Región cuenta con una gran diversidad de especies y con ecosistemas que se pueden considerar únicos en el contexto nacional y europeo", señaló Consuelo Rosauro.

"En el caso del ciervo, su recuperación es paralela a la de otras especies de ungulados como el muflón, el gamo o el corzo y se debe, entre otras razones, a la progresiva despoblación de las zonas rurales, a la menor presión cinegética y al aumento de la masa forestal que da refugio a estas especies", ha añadido.

Esta semana, precisamente, comenzó en la Región la denominada berrea o brama, el periodo de celo de los ciervos y que se caracterizan por el sonido gutural que emiten los machos para atraer a las hembras. Durante la berrea, que se extiende entre finales del mes de septiembre y mediados del mes de octubre, se producen también reñidas luchas entre los machos para intentar reunir harenes de hasta 50 hembras y aparearse.

"El momento de la berrea es un espectáculo natural que, a pesar de no contar con una larga tradición en la Región debido a que el ciervo prácticamente desapareció a mediados del siglo pasado, genera cada vez más expectación y es un importante reclamo para los amantes de un turismo sostenible vinculado a la riqueza natural", explicó la directora general de Medio Natural.

En la Región, una de las mejores zonas para escuchar la berrea de forma abierta es el Coto de las Maravillas, en Cehegín, que cuenta incluso con un espacio donde no se permite la caza con la intención de que se convierta en refugio para los ciervos, aunque también se puede escuchar en zonas montañosas de los municipios en los que está presente esta especie.

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