En rueda de prensa junto al presidente de la Asociación de Autotaxis de Córdoba (Auttacor), Miguel Ruano, el también delegado municipal de Turismo ha explicado que, ante el "debate" entre VTC y taxis, el gobierno local quiere "mostrar su apoyo al servicio del taxi" en Córdoba, que, no en vano, "es uno de los aspectos más valorados por los turistas" que visitan la ciudad, logrando "casi matrícula de honor" en su valoración, "con 9,5 puntos", que es "una de las puntuaciones más altas de Andalucía y de España".

A ello se suma, según ha destacado García, que las tarifas de los taxis cordobeses se sitúan "por debajo de la media nacional" y, en el marco del servicio público de transporte que ofrecen, se encuentra también "un servicio especial a Medina Azahara", con lo que colaboran en el fomento de las visitas a la antigua ciudad califal del siglo X, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

A esto último, por su parte, se ha referido en primer término el presidente de los taxistas cordobeses, para llamar la atención sobre el hecho de que la Dirección de Medina Azahara no permite a los taxis llegar más allá del Museo y Centro de Recepción de Visitantes, dejando el servicio de transporte desde el mismo hasta el propio conjunto arqueológico exclusivamente en manos de una empresa de autobuses, que entiende Ruano que "está desbordada" ante el mayor número de turistas que recibe ahora la antigua ciudad palaciega.

Al margen de ello y sobre los VTC, Ruano ha dicho que lo que reclaman los taxistas, y así esperan que sea posible a partir del Real Decreto que al respecto se prevé que apruebe este viernes el Consejo de Ministros, es que el taxi, que "es un sector súper regulado", pueda "competir" con otro "súper liberado", el de los VTC, que pueden ofrecer precios fijos por trayectos contratados y cobrados previamente, algo que también quieren hacer los taxistas.

Sin embargo, según ha señalado Ruano, la diferencia la diferencia estribaría en que "el precio del taxi sería cierto siempre y no variaría en función de ningún algoritmo", como ocurre con los VTC, pues aplicaría "tárifas reguladas por el Ayuntamiento" y bajo control de la Junta de Andalucía, controles éstos que no tienen los VTC, con los que los taxistas pretenden "convivir" y "competir, sí, pero con las mismas armas".