La comida de la Expo estará vigilada por 15 inspectores sanitarios

Controlarán cerca de 200 puntos de venta de alimentos de Ranillas. Las infracciones se multarán con hasta 15.000 euros.
La Expo desplegará un equipo de 15 inspectores sanitarios para garantizar las condiciones de los alimentos que se sirvan en Ranillas y evitar posibles intoxicaciones entre los visitantes. Los establecimientos que no cumplan con todas las garantías sanitarias se enfrentarán a multas que oscilarán entre los 300 y los 15.000 euros, las mismas que se aplican al resto de los locales de la ciudad.

Estos inspectores analizarán tanto las materias primas que lleguen a los centros logísticos de Ranillas y Ronda del Rabal como las comidas que se sirvan dentro del recinto. Allí se controlarán 93 bares, restaurantes y quioscos, así como unas cien máquinas de vending que dispensarán bebidas y bocadillos. Además de la calidad de los alimentos, se medirá la higiene de los establecimientos y del personal que trabaje en ellos.

Las altas temperaturas, así como la afluencia de visitantes prevista (unas 68.000 personas al día) podrían afectar a la calidad de la comida. Por este motivo, bares, quioscos y restaurantes de Ranillas tendrán que cumplir la normativa municipal de higiene alimenticia y superar semanalmente auditorías de calidad.

Expoagua acaba de sacar a concurso este servicio, con un presupuesto de  297.774 euros. Los trabajos se desarrollarán entre el 2 de mayo, cuando los países participantes empezarán a trasladar a Zaragoza sus productos perecederos, hasta el final de la Expo, el 14 de septiembre.

A la hora de las comidas

Los inspectores de Ranillas trabajarán en dos turnos, de 9 a 17 y de 17 a 1 horas, aunque la mayoría de los controles se realizarán a las horas de comidas (de 12 a 16 horas) y de cenas (de 20 a 24 h). También atenderán las dudas y solicitudes de los visitantes, que podrán recurrir a ellos para presentar sus reclamaciones.

Productos de todo el mundo

Los visitantes de la Expo podrán degustar productos típicos de todo el mundo, tanto en las tiendas de recuerdos de los pabellones como en los restaurantes de los países participantes. Todas las comunidades tendrán su propio espacio de comidas y, hasta ahora, 19 países prevén montar su propio restaurante o bar, con una oferta muy variada. El pabellón del Caricom, por ejemplo, ofrecerá a sus visitantes bebidas caribeñas, Kazajstán servirá algunos de sus platos más típicos, como el qazy (una salchicha de carne de caballo), y los Emiratos Árabes prevén levantar un café con servicio de Internet.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento