Los usuarios de la piscina de San Pablo dicen que es una chapuza.
El Instituto Municipal de Deportes (IMD) asegura que sólo es una medida provisional, y totalmente segura, para no tener que cerrarla.
Y es que la empresa encargada de reparar el techo que se cayó tras la tromba de agua del pasado 20 de noviembre ha colocado una red para evitar que el techo pueda caer sobre los nadadores.
Hace algunas semanas, el IMD anunció que la piscina de 25 metros del polideportivo San Pablo volvía a abrirse una vez solucionado el arreglo de la cubierta dañada.
Agujero sobre sus cabezas
La desilusión de los usuarios fue mayúscula cuando descubrieron que el agujero del techo no se había reparado y que sobre sus cabezas había una red que les produce preocupación sobre su seguridad.
«Sólo lo han tapado con unas planchas. Eso es poner un parche», dice Rosario Diana, de 60 años, que ha recogido varias firmas para denunciar a 20 minutos el mal estado en que sigue esta piscina.
«Hay manchas de humedad y aunque no llueva, hay goteras», dice Antonio Medina. «Yo creo que dos meses era tiempo de sobra para poner un techo nuevo», concluye.
El IMD explica que las obras siguen su curso, aunque a menor ritmo, y que la red es una medida de seguridad garantizada por la empresa que hace las obras. Se ha puesto para no tener que cerrar la piscina, ya que la de 50 metros también está cerrada para cambiarle la cubierta.
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