Ron Lalá interroga al público del Olympia para averiguar "quién mató al Teatro" en 'Crimen y Telón'

  • El público del Teatro Olympia de València será interrogado como sospechoso de asesinato en la nueva obra de la compañía Ron Lalá 'Crimen y Telón', donde el detective Noir investiga a contrarreloj quién ha matado al Teatro, un 'articidio' en primer grado cometido en un futuro distópico.
Obra 'Crimen y Telón, de Ron Lalá
Obra 'Crimen y Telón, de Ron Lalá
TEATRO OLYMPIA/ RON LALÁ
Obra 'Crimen y Telón, de Ron Lalá

Así lo han explicado este miércoles tres de los actores de Ron Lalá, Juan Cañas, Miguel Magdalena y Daniel Rovalher, durante la presentación de esta obra que mezclará humor y música en directo en el Olympia hasta el 23 de septiembre.

'Crimen y Telón' plantea un universo donde el arte en todos sus formas está prohibido y los creadores se mueven en la clandestinidad. Es el año 2037 y alguien ha matado al Teatro, señor de la mafia artística y traficante de emociones. El detective Noir tiene que descubrir al asesino antes de que la Agencia Anti Arte desvele un secreto de su pasado. El público será sospechoso, cómplice o testigo.

Juan Cañas, que encarna al investigador, ha explicado que Ron Lalá se "ha salido del lenguaje clásico" para homenajear al género negro y a las artes escénicas, en un espectáculo "dinámico" y "terriblemente divertido" que "utiliza el humor para dejar preguntas abiertas". "Intentamos cargas de contenido nuestras chorradas", ha comentado.

En palabras de Miguel Magdalena, la obra "habla de qué pasaría si todo el arte fuera clandestino y no tuviéramos ese lenguaje que nos une". Por un lado, se traza una parodia de la situación de las artes y la cultura y, por otro, se homenajea al teatro en sus diferentes épocas y estilos.

El mensaje de fondo es, ha explicado, "cuidar la cultura". "La cultura no es solo oferta, es también consumo. No solo debemos pedirla, tenemos la obligación de consumirla con responsabilidad", ha indicado, antes de afirmar que es imposible concebir la existencia humana sin arte".

SOMBRAS, PÚBLICO Y MÚSICA

Todo ello en una estética basada en el género negro y la que para Magdalena es su cima, el cómic, con una "preminencia de las sombras". Daniel Rovalher ha detallado que en el escenario del Olympia se verán "sombras, callejones, territorios extraños, maullidos de gato" y muchos elementos para recrear una atmósfera que bebe del cine y de novelas como las de Raymond Chandler o Dashiel Hammett. En definitiva, un "trabajo exhaustivo de escenografía que recrea la densidad y potencia de las sombras".

La interacción con el público es una parte importante de la propuesta de Ron Lalá. Según ha destacado Miguel Magdalena, "el público y el cadáver están en el recinto, y se necesita un sospechoso". "Como espectador, cuando no me toman en cuenta, me pongo nervioso, no entendemos la cultura sin el espectador, no se puede dejar fuera", ha añadido.

Los artistas también han puesto el foco en la música que adereza en la obra, con instrumentos en directos. Han recordado así que el cine negro se asocia al blues o al jazz, entre otros estilos. Bajo este prisma, la banda sonora de la obra se ha trabajado de manera "ortodoxa", con un piano de acústico, un tema basado en el swing o una balada sobre la poesía, ha detallado Magdalena.

No obstante, Cañas ha puntualizado: "Aunque sí toquemos en el género que más se adapta, también nos gusta irnos totalmente por otro sitio", para dar una "pincelada de color", ha señalado. Ron Lalá ha advertido que intentará que el público acabe cantando con ellos.

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