Barcelona gasta 41.000 euros al mes en mantenimiento del mobiliario urbano

  • El Ayuntamiento destinará dos millones en cuatro años a conservarlo.
  • El tiempo de respuesta ante un desperfecto oscila entre una hora y 30 días, en función del riesgo que comporte.
  • En lo que va de mandato Colau ha instalado 1.900 farolas, 1.100 bancos y 16 áreas de juegos infantiles más.
Bancos recién instalados en Barcelona.
Bancos recién instalados en Barcelona.
MARINA LOPERENA
Bancos recién instalados en Barcelona.

Los bancos y las farolas son a las calles lo que los sofás y las lamparas al salón de casa y de estos y otros elementos urbanos depende que el espacio público sea confortable y a la vez luzca de la misma forma que lo hace un piso bien decorado. Sin embargo, el coste del mantenimiento del mobiliario doméstico no tiene nada que ver con el del urbano, más abundante y con más desgaste debido al uso intensivo, las inclemencias del tiempo y el vandalismo. En Barcelona, el Ayuntamiento destina más de 41.000 euros al mes a conservarlo.

Así se desprende de un anuncio de licitación para el mantenimiento del mobiliario que ha publicado el Consistorio, con un presupuesto de dos millones de euros en cuatro años, hasta 2022. Esto supone una inversión anual de 500.000 euros, de los que la mayor parte, 222.111, irán destinados a bolardos, 51.256, a bancos, y el resto, a otros elementos.

El servicio que se licita comprende actuaciones de mejora, reparación, sustitución, limpieza y eliminación de grafitis y prevé un tiempo de respuesta que puede ser de una hora, una semana o un mes, en función de los tres tipos de prioridad que establece el Ajuntament atendiendo al riesgo para la seguridad que puede comportar un determinado desperfecto.

En lo que va de mandato, el gobierno municipal, según ha informado recientemente, ha invertido 115 millones de euros en rehabilitación del espacio público, que se han destinado a reurbanizar 140 lugares, plantar 883 árboles e instalar 1.900 farolas, 16 áreas de juegos infantiles y 1.100 bancos.

Estos elementos de mobiliario urbano han servido para engrosar el inventario de la ciudad, que según el último anuario estadístico del Consistorio, contaba en 2017 con 147.296 luminarias, un 5,9% más que en 2014 (139.151), antes de que Ada Colau fuera alcaldesa; 871 zonas para que los niños jueguen, un 9,2% más, y 3.705 terrazas, un 4,6% más. En el mismo periodo, los bancos en espacios verdes aumentaron un 0,9%, de 33.119 a 33.419; las jardineras, un 14,8%, de 3.985 a 4.573; y las papeleras, un 3,5%, de 25.142 a 26.021.

Disminuyeron, sin embargo, debido al incremento del uso de internet y los teléfonos móviles, los buzones de correos, al pasar de 598 en 2014 a 473 en 2017, lo que supone una reducción del 20,9%, y las cabinas telefónicas, que bajaron de 1.202  a 424 el año pasado, es decir, se quedaron en menos de la mitad.

Piden más inversión en Ciutat Vella

El presidente de la asociación Catalunya Camina, Joan Estevadeordal, reclama al Ayuntamiento que dedique "algunas partidas más" al mantenimiento del mobiliario, "sobre todo en Ciutat Vella y otras zonas turísticas, donde el vandalismo es muy fuerte". Se queja, por otro lado, de que "el espacio que ocupan las terrazas es muy generoso y se vuelve a dejar instalarlas junto a las fachadas".

Sin embargo, apunta que, "en general", la situación del mobiliario urbano es correcta, porque "se han ido corrigiendo obstáculos".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento