Esperanza tiene 77 años. Es la pequeña de nueve hermanos y es natural de Madarcos, aunque reside en Madrid. "Ahora estoy pasando unos días en la casa que me dejaron mis padres", explica mientras tiende ropa de cama en el exterior de su casa. "Aquí hay una cafetería. El pescadero viene una vez a la semana y el médico pasa consulta dos veces por semana", asegura mientras suena varias veces la bocina de un vehículo que rompe la tranquilidad predominante. "Ese es el panadero. Viene todos los días", revela.

Su pueblo, a 87 km de la capital, es el segundo municipio de la región con menos habitantes empadronados (46) solo por detrás de Robregordo (44). La despoblación es una problemática que arrastran desde hace muchos años los pueblos de la Comunidad de Madrid. Según las últimas cifras del Instituto de Estadística regional, las zonas rurales de Madrid han perdido el 30% de su población en una década.

En 2007, los municipios que se encuentran fuera de la corona metropolitana (Madrid capital y las grandes localidades que se situán a una distancias de hasta 30 kilómetros) sumaban 780.764 habitantes frente a los 547.311 de 2017. La gran mayoría de esas mas de 230.000 personas cambiaron la zona rural por la urbana para mudarse a municipios más grandes como Madrid, San Sebastián de los Reyes, Móstoles, Majadahonda, Rivas o Getafe. 

En la actualidad, hasta 78 municipios madrileños cuentan con menos de 2.500 habitantes y esta situación tiene visos de extenderse a otra veintena en los próximos años. Los pueblos más afectados se sitúan en la Sierra Norte. El Atazar, Robledillo, Somosierra, Horcajuelo de la Sierra, La Hiruela, Puebla de la Sierra o los citados Madarcos y Robregodo son algunos de los municipios de la región que presentan una baja intensidad de población, lo que supone menos de 100 vecinos.

Una furgoneta acude a diario a Madarcos para vender pan. FOTO: Jorge París

"Los fines de semana el pueblo está muy animado porque viene mucha gente, pero lo que necesitamos es población permanente", asegura Ignacio Merino, de 56 años, alcalde de La Hiruela, el municipio más envejecido de la región con una media de edad 59 años. "No tenemos un solo niño", lamenta Merino, que se muestra esperanzado con la construcción de dos viviendas sociales y un concurso que prepara su Ayuntamiento para la explotación de un hotel rural. "Esperamos que esas casas sean para dos familias que vengan al pueblo y tengan hijos", indica ilusionado.   

"Necesitamos atraer a nuevas familias a nuestros pueblos para que no desaparezcan. Hay algunas que ya se han interesado pero reclaman unas mínimas condiciones", afirma la alcaldesa de Madarcos, Eva Gallego, de 45 años, que lleva 16 años viviendo junto a su familia en un municipio en el que desde pequeña ha pasado "las vacaciones y los fines de semana". Gallego señala las actuaciones más urgentes: "Es prioritario que haya acceso a Internet y mejorar el transporte público". "Y es importante que llegue rápido. Si la fibra óptica tarda cuatro años en llegar se complicarían las cosas", añade.   

En esa línea, el Gobierno regional tiene previsto poner en marcha una iniciativa que se desarrollará hasta el año 2021. El plan incluye hasta 60 medidas y supondrá una inversión de 130 millones de euros. Las principales actuaciones están encaminadas a acortar la brecha tecnológica mediante la instalación de fibra óptica, construir vivienda pública y reordenar la actual red de transporte público.

La intención del Ejecutivo con estas acciones es "conseguir municipios vivos y bien dotados, con acceso y facilidad a nuevas tecnologías y servicios públicos de calidad" para lograr  "atraer más residentes" pero sin que "estos pueblos pierdan su identidad". 

Otras medidas que pondrá en marcha el Ejecutivo están relacionados con la mejora de la asistencia sanitaria mediante el uso de la telemedicina, la eliminación de las ratios mínimas para poder mantener abiertas las Escuelas Infantiles y Casas de Niños y la financiación del 100% del servicio de recogida de residuos en los pueblos de menos de 1000 habitantes y del 50% para poblaciones de entre 1000 y 2500 vecinos.