La galería Elvira González de Madrid nos invita a comenzar la nueva temporada descubriendo algunos de los trabajos más recientes del fotógrafo Chema Madoz.

Se trata de una treintena de imágenes realizadas en los dos últimos años que siguen el estilo 'marca de la casa' de Madoz: fotografías en blanco y negro, donde los objetos cobran un protagonismo absoluto, repletas de metáforas y surrealismo y que, ante todo, invitan al espectador a participar en el juego visual propuesto por el artista.

"Lo que siempre me ha interesado es que el trabajo respire con levedad. En mi trabajo hay cierta ligereza que pone la imagen en otro nivel pero también abre la puerta a poder hacer diferentes lecturas", comentaba durante la presentación de la muestra.

"Por Madoz sabemos de cuántas vidas diferentes le hubieran podido aguardar a un fósforo o a una escalera si su destino no hubiera sido el de servir finalmente a nuestra necesidad de fuego o de vencer la gravedad", dijo una vez de sus fotografías el filósofo e historiador del arte Luis Arenas. "Todos esos mundos de Madoz son mundos improbables, ciertamente, pero no imposibles: ahí están ante nosotros para demostrarnos su realidad".

En esta muestra, que forma parte del programa de Apertura Madrid, encontramos temáticas recurrentes -como el tiempo- pero también nuevas propuestas visuales en las que utiliza maquetas, representaciones e, incluso, paisajes muy particulares.

Galardonado con el Premio PhotoEspaña en el año 2000 y el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en 2013, Madoz inauguraba en 1999 su primera exposición individual en el Museo Reina Sofía: Objetos 1990-1999.

Desde entonces, su obra ha podido contemplarse en varias galerías y centros de arte como el Canal de Isabel II, la Fundación Telefónica, CaixaForum, el Centro Pompidou de París, el Netherland Photomuseum de Rotterdam, la Fundazione M. Marangoni de Florencia, el Museo de Bellas Artes de Caracas o el Fotofest de Houston, entre otros.