El periódico The New York Times se ha hecho eco de la conmovedora y triste historia de Brody, un pequeño de dos años al que solo le quedan dos meses de vida por culpa de un extraño cáncer cerebral que solo padecen 300 personas más en el mundo. Todos los vecinos del pequeño se han puesto de acuerdo para adelantar la celebración de la Navidad, pues para aquel entonces probablemente Brody ya no vivirá.

El crío no es consciente de que todavía quedan unos meses para la celebración y "en su mente, simplemente es Navidad", dice su hermana, de 21 años. "Nos despertamos un día y el árbol de Navidad estaba fuera. Él sencillamente lo disfruta".

Todo empezó en mayo, cuando Brody se quejó de estar mareado. Al principio los médicos pensaban que era una infección en el oído, pero cuando los padres le llevaron al hospital para que le realizaran más pruebas, fue cuando recibieron la trágica noticia: Brody tenía cuatro tumores. El padre del pequeño declaraba a NYT que se trataba de "un tumor cerebral muy agresivo que ha tenido desde el nacimiento y del que no teníamos ni idea".

Medicaid, un programa de seguros de salud del Gobierno de EE UU para la gente necesitada, no cubría todos los costes de las facturas médicas a las que se tenían que enfrentar los padres de Brody. El Hospital Infantil de Cincinnati, en el que le detectaron los tumores, se ofreció a ayudarles a pagar los costes.

Le aplicaron el tratamiento de quimioterapia más agresivo, pero el tumor creció un 30% y además se generó un quinto. Decidieron no continuar con la radiación para tratarle los tumores porque era muy pequeño y "le terminaría haciendo daño", declaraba la madre al medio neoyorquino. Entonces decidieron que el tiempo que le quedaba, lo emplearían en hacerle lo más feliz posible. Por eso, decidieron organizar una Navidad en septiembre para Brody.

Ahora el pequeño vive rodeado de decoración navideña. Cuando se asoma al barrio puede ver a un Mickey y a una Minnie hinchables, a un muñeco de nieve, a Santa Claus u otros elementos que han sacado los vecinos para contribuir a crear el ambiente.

Durante estas fechas no es fácil encontrar decoración navideña a la venta. Por eso, los padres crearon una página en Facebook a la que llamaron Team Brody (Equipo Brody) en la que pedían ayuda a los vecinos.  Todos pusieron de su parte para hacer feliz a Brody y comenzaron a llenar el barrio con luces y todo tipo de decoración. También han hecho regalos al pequeño e includo han programado un desfile navideño para el 23 de septiembre.