Para ayudarlos a hacer frente a lo que acaba convirtiéndose en una espiral de violencia, los psicólogos de la Colonia San Vicente Ferrer (en ella 12 de los 74 adolescentes cumplen medidas por agredir a sus padres) han creado una escuela de padres.

 

Ocho matrimonios y una madre participaron en este programa que empezó en octubre. Sus hijos están cumpliendo medidas dictadas por el juez por haberlos agredido.

 

En muchos casos, el problema empieza «cuando el niño pide algo y los padres le dicen que no. Primero responden con gritos y luego llegan las agresiones», explicó la psicóloga Pepi Sánchez.

 

 

A poner normas. Para que les respeten, hablen bien ...

 

A sancionar. Se pone cuando se incumple una norma. Hay que mantenerse en el no.

 

Reconocer lo hecho bien. «Si no les dices lo que han hecho bien, sólo resaltas lo negativo».

 

Los padres hacen terapia con los hijos, solos o con los demás padres, «intentamos juntarlos para que sepan que hay más gente con el mismo problema y porque les es muy útil oír la versión de otros», añadió la psicóloga.

 

Sánchez, que lleva cinco de los casos, aseguró que en dos de ellos se ha producido «un cambio positivo», pero en otros dos, dijo, «los hijos ya han vuelto a amenazar a sus progenitores».

 

 

Durante 2004, la Fiscalía de Menores registró 259 casos de violencia de menores contra sus padres, abuelos... Una cifra que supone 158 casos más que el año anterior. La psicóloga de la Colonia aconseja a los padres que «cuando se den cuenta de que su hijo les maltrata, se pongan en contacto con los Servicios Sociales y no aguanten». Más info.: 963 428 500.