El arrestado, que contaba con la ayuda de una menor, tiene numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad, según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa.

Los hechos comenzaron a llevarse a cabo mediados del pasado mes de agosto cuando se interpuso la primera denuncia por hurto de una cartera que fue sustraída del interior de un bolso que se encontraba detrás del mostrador de un establecimiento comercial.

Las cámaras de seguridad del local desvelaron la llegada de un hombre de mediana edad y una mujer joven. Mientras ella entretenía a la dependienta con preguntas sobre etiquetado y características de artículos, el hombre rodeaba el mostrador y sustraía la cartera del bolso allí guardado.

Días posteriores continuaron produciéndose denuncias de hurtos de carteras, esta vez del interior de bolsos que estaban incluso en oficinas de organismos públicos y oficiales de esta ciudad. Víctimas y testigos apuntaban la presencia en las dependencias,

previamente a la desaparición de las carteras, también de un hombre de mediana edad y de una chica joven.

La identificación fue dificultosa ya que a la hora de actuar el hombre adoptaba distintas apariencias, poniéndose gafas de pasta e incluso utilizando un bastón, simulando con ello una cojera o enfermedad y un problema de visión.

En una de sus últimas actuaciones, estas personas fueron sorprendidas saliendo de un despacho de un centro público y al ser requeridos por la titular, abandonaron el lugar precipitadamente.

Tras percatarse del hurto de su cartera, la víctima dio aviso a la Policía y los supuestos autores fueron localizados e identificados en las inmediaciones del lugar donde acababan de actuar, llevando ocultos entre sus ropas varios billetes de dinero.