Con el susto todavía en el cuerpo. El edificio del portal número 21 de Ronda Norte de Murcia parece haber sufrido la detonación de una auténtica bomba: 18 coches destrozados, el ascensor hecho polvo y toda la séptima planta en ruinas, resultado de una explosión de gas ocurrida el sábado a las 23.30 horas.

Se originó en la vivienda de los padres de una joven de 33 años que tuvo que ser ingresada en el hospital Morales Meseguer con quemaduras en manos y rodillas. A pesar del shock y de haber sido rescatada del interior de un armario, «será dada de alta en las próximas horas», según fuentes de Sanidad.

Los vecinos de las plantas de la 5.ª a la 7.ª tuvieron que ser desalojados y un matrimonio pasó la noche en un hotel. Anoche aún no pudieron regresar los vecinos de la 7.ª y parte de la 6.ª. Mientras técnicos de Urbanismo acudirán hoy al edificio para ver en qué estado se encuentra.

Entre ayer y hoy, Bomberos y Policía Científica aún investigaban las causas de la explosión. Según el hermano de la herida, la semana pasada se realizó la instalación de gas. Pero no se descarta un olvido o fuga de una bombona.

La joven se encontraba sola en el piso de sus padres, que pasaban el fin de semana en Valencia. Según algunos vecinos, «pasaba por una ruptura sentimental».

Cómo lo vivieron los vecinos

Juan Gil, arquitecto. «Si me pilla lavando los platos, me cae la ventana encima. El sábado llegué de Polonia después de estar allí durante cuatro meses y me encuentro con esta explosión. Estaba cenando cerca, en un restaurante, cuando todo ocurrió».

José Manuel Bolarín, jubilado. «Se nos vino la pared de la casa encima. Estaba viendo el partido del Betis y toda la pared del salón se nos vino encima. Mi mujer tiene un golpe en la cabeza. El impacto fue tremendo. Menos mal que no ha pasado nada grave».

José Francisco Barba, reciclador. «Escuché un ruido como si fuera una bomba. Vivo en el edificio de enfrente, pero se movió todo. Cuando salí a ver qué había pasado, estaba todo lleno de humo. Se habían caído los cristales, la fachada... Fue una locura».