El 6 de noviembre de 2006, este periódico inició la serie Veinte en bus, destinada a vivir en primera persona los problemas y peticiones de los usuarios de los autobuses de Valencia. Más de un año después, el balance de las 45 líneas evaluadas arroja una nota media de 5,7, aunque hay diferencias muy notables.

En el lado positivo, el 80% de ellas está por encima del aprobado (5), ya que únicamente nueve suspenden. El único cero corresponde a la número 36, que une la plaza del Ayuntamiento con la localidad de Vinalesa. Los viajeros se quejan de interminables esperas e incumplimientos de sus horas de llegada porque sólo hay dos vehículos.

Otro aspecto poco edificante para la Empresa Municipal de Transportes (EMT) es que ninguna línea consigue el sobresaliente, a juicio de los usuarios entrevistados.

Las que mejores notas alcanzan coinciden, en la mayoría de casos, con las de mayor afluencia de viajeros, salvo en el caso de la 89 (trayecto circular por el tercer cinturón de la ciudad), que a duras penas logra un cuatro.