La desaceleración económica ligada al sector inmobiliario empieza a mostrar sus efectos sobre las hipotecas que piden los valencianos.

Bancaja notó una caída «muy importante» en la demanda de estos créditos en el segundo semestre de 2007. De hecho, el aumento del 30% respecto a 2006 registrado a finales de junio se quedó en un 20% al acabar el año.

En esta línea, la caja valenciana, que ganó 491 millones de euros en 2007 (un 15% más que el ejercicio anterior), no se atreve a aventurar cómo se le dará el año que acaba de empezar.

Su presidente, José Luis Olivas, señaló ayer que en este momento «hay demasiadas incertidumbres» sobre la economía para hacerlo.

La entidad ha notado un incremento de la morosidad en el pago de las hipotecas. Además, en 2007 ganó 216.000 nuevos clientes (ya tiene 2,8 millones) y creó 500 empleos.