Adiós a las bombillas halógenas: ¿Cómo afecta al consumidor su sustitución por las tecnologías LED?

La tecnología LED esta presenta en todas las áreas tecnológicas actuales.
La tecnología LED esta presenta en todas las áreas tecnológicas actuales.
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La tecnología LED esta presenta en todas las áreas tecnológicas actuales.

Desde hace años, y de forma ininterrumpida, las bombillas de toda la vida que se usan para iluminar las casas, la oficina o las calles están sufriendo una revolución. Primero desaparecieron las incandescentes tradicionales, que fueron sustituidas por las fluorescentes, y a partir del 1 de septiembre del 2018 será el adiós definitivo a las bombillas halógenas y una bienvenida a las LED.

La prohibición de estas bombillas llega por la aplicación de una directiva de la Unión Europea. Se trata del Reglamento 2015/1428 de la Comisión, de 25 de agosto de 2015, en lo relativo a los requisitos de diseño ecológico para las lámparas de uso doméstico no direccionales. Esto supone que a partir del 1 de septiembre se prohíbe la fabricación de las lámparas halógenas.


Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3423823/0/cuanto-ahorro-bombilla-led/#xtor=AD-15&xts=4672Estos cambios se producen por la directiva de la Unión Europea, que supone que a partir del 1 de septiembre de 2018 las bombillas halógenas no se podrán fabricar ni vender. El Reglamento 2015/1428 de la Comisión pretende favorecer el uso de la tecnología LED, más eficiente y sostenible. Todo, en el marco de mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de carbono en toda la UE. De hecho, para el 2020 prevé que la eficiencia energética experimente una mejora del 18-19%.

Las halógenas tendrán como sustitutas las bombillas LED, que ya están listas para entrar en todas las casas. Consumen y se calientan menos, son ecológicas, y duran mucho más. Por tanto, suponen un ahorro en electricidad. Aunque el precio de estas es elevado, cuestan el doble que las halógenas, el aumento de oferta supondría una bajada de precios, según ha informado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). La prohibición de fabricar estas lámparas es ahora, pero la comercialización de algunos tipos podrá continuar hasta que los establecimientos acaben con su stock.

¿Por qué se prohíben las halógenas?

Las halógenas forman parte de la última actualización de la directiva de la UE (EC 244/2009) que prohibirá progresivamente todas las fuentes de luz menos eficientes y más contaminantes. Esta directiva forma parte de un proyecto mayor, el denominado Ecodiseño, que pretende mejorar la eficiencia energética en muchos productos, desde bombillas, calderas, lavadoras, hasta ordenadores. Estos deben cumplir los reglamentos, garantizar una reducción de consumo de energía y evitar impactos ambientales negativos.

Las lámparas halógenas no cumplen con las reglamentos. De hecho, su prohibición estaba prevista para septiembre de 2016 al igual que la de los focos, pero lo aplazaron con una prórroga de dos años. En su momento, la tecnología LED no estaba preparada y tampoco era económicamente accesible para sustituir al 100% por las antiguas.

Las halógenas, que son las más populares entre los ciudadanos europeos, según un estudio hecho para la UE de la agencia danesa CLAP, utilizan más energía que las alternativas (LED o las fluorescentes compactas), calientan más, tienen una vida útil relativamente corta, consumen más electricidad y contaminan mucho más.

¿Se van a prohibir todas?

La prohibición incluye las bombillas halógenas de estilo clásico, hechas de vidrio, que funcionan sin un transformador y emiten luz en todas las direcciones. Son las típicas lámparas con forma de pera.

Las que son exentas son aquellas donde LED u otras alternativas no están disponibles aún. En este grupo se incluyen las bombillas G4, G9 y R7, que se utilizan en algunos hornos y campanas extractoras. Junto a estas, las lámparas direccionales también están exentas.

En cuanto a los focos halógenos GU10 ya fueron prohibidos en el 2016, pero la sustitución de las lámparas se aplazó hasta este septiembre, y es porque los fabricantes argumentaron que los LED aún no eran un reemplazo viable.

¿Qué sustituirá a estas bombillas?

Las bombillas halógenas van a ser sustituidas por las LED (un diodo emisor de luz), ya que su uso es cada vez más habitual en los hogares, pero también en otros áreas. Son abundantes las ventajas que trae consigo esta tecnología, la más conocida es el bajo consumo en luz, que afectaría directamente al bolsillo del ciudadano. A pesar de que inicialmente tengan un coste elevado, al aumentar la oferta bajarán los precios, a lo que se suma el ahorro energético, su alta durabilidad y la mayor calidad de la iluminación. Estas implicarían un ahorro de energía del 90% en comparación con las antiguas.

Además, no queman, se encienden instantáneamente y no contienen mercurio, las antiguas sí, lo que hace que se reduzca la contaminación.

¿Cómo afectaría a mi bolsillo?

Es verdad que las halógenas cuestan mucho menos, aproximadamente 1,50-2 euros mientras que las LED tienen precios superiores a los 4 euros. Los precios de estas últimas, sin embargo, irán disminuyendo a medida que la tecnología se vuelve más común.

Según explica Hernán Martínez al diario 20minutos "la sustitución de unas 10 bombillas halógenas de 60W, que se mantienen encendidas durante 7 horas al día, por las LED podría suponer un ahorro en la factura de luz de unos 13 euros al mes, 150 euros al año",  dice el director general de Kelisto.es. Esto dependerá siempre de la cantidad de las bombillas que se tienen en casa y las horas.

Por su parte, la Unión Europea estima que el cambio a bombillas ahorrará 115 euros a lo largo de la vida de cada lámpara y pagará su coste en menos de un año.

¿Bajarán más los precios de las LED?

Este sector es altamente competitivo y ha tenido una evolución considerable en los últimos años. El desarrollo a nivel tecnológico y a nivel de precios ha sido importante desde 2010 a 2016. Según un estudio solicitado por la Comisión Europea a CLASP y Energy Piano, se estima que los precios están entre 5 y 11 años por delante de lo que debería.

Un estudio realizado por la Administración de Información para la Energía de Estados Unidos analizó la evolución del precio y eficiencia de esta tecnología desde el 2010 hasta el 2016. El resultado es que en 6 años el precio ha caído entre un 63% y un 83%. Por ejemplo, una bombilla LED dicroica costaba en 2010 25,31 euros y en 2016 ha bajado hasta los 6,88 euros.

La tendencia general a la baja de estas tecnologías, unida a un aumento de oferta conllevaría a bajar más los precios, según los estudios realizados.

¿Cómo elegir la bombilla?

Alrededor de un 30% del consumo de energía en Europa proviene del sector doméstico y, del cual la iluminación es el 16%, según el Instituto para la Diversificación y ahorro (IDAE). Dada su importancia, hay que saber escoger la bombilla para ahorrar. Existen varios elementos que en los que hay que fijarse antes de comprar.

En primer lugar, es relevante ver la etiqueta energética, en este caso hay que elegir siempre las que son de clase A. Los expertos aseguran que es un error escoger una lámpara por su potencia, en lo que hay que fijarse es en la cantidad de luz.  Y los otros factores que hay que tener en cuenta es el tipo de luz y los ángulos de apertura, para un tono de luz y una iluminación adecuados.

¿A qué otras áreas afecta?

Se aplican como fuentes de luz en ciencias como la medicina, la biología y en la arquitectura sostenible. Pero además está presente en objetos cotidianos que usamos o vemos diariamente, como pueden ser los televisores, los dispositivos móviles, ordenadores portátiles, los semáforos o incluso en los faros de los vehículos. Su uso también se ha extendido al séptimo arte para crear decoraciones y estructuras.

¿Cómo afectará a los vehículos?

Los coches, como los otros productos, han recurrido a la iluminación halógena para sus faros delanteros. Es posible que la gente se pregunte si esta normativa obligará a usar bombillas LED también en el vehículo. Pero no, la nueva normativa europea no afectará a las bombillas halógenas de los coches, por lo que estas se seguirán comercializando.

El motivo, entre otros, es que los faros de vehículos cuentan con una homologación específica tanto del faro como de la bombilla, y para que el vehículo se pueda equipar con luces LED tiene que contar con una homologación especial. Por lo tanto, de momento se seguirán vendiendo las bombillas halógenas para coches, aunque es posible que, en un futuro, la normativa cambie para que los vehículos puedan montar luces LED homologadas.

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