La ciudad de Alicante almacenó el año pasado 230.000 toneladas de basuras, de las que más de la mitad (145.000) llegaron procedentes de otros municipios como Benidorm, Alfaz del Pi, Finestrat, Benitxatell o Gandia, por «solidaridad y contribuir a mejorar el medio ambiente», según dijo ayer Andrés Llorens, concejal de Servicios y Mantenimiento.
Estos residuos proceden de los hogares, el puerto y las áreas industriales. Sin embargo, los envases de aquí se llevan a reciclar a Benidorm.
El edil precisó que el vertedero de Alicante recibe «desde hace cuatro o cinco años» los desechos de estas localidades, «de forma temporal», que principalmente «son orgánicos», porque en estas zonas se están construyendo sus propias plantas.
Llorens comentó que el Ayuntamiento actúa de forma «ejemplar porque trabaja en pro de la sostenibilidad», ya que estos residuos reciben un tratamiento «adecuado para convertirlos en energía positiva».
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