¿Qué es el segundo grado penitenciario y a qué presos afecta?

Iñaki Urdangarín consigue el segundo grado penitenciario.
Iñaki Urdangarín consigue el segundo grado penitenciario.
EUROPA PRESS
Iñaki Urdangarín consigue el segundo grado penitenciario.

Iñaki Urdangarín, tras haber pasado dos meses en la prisión abulense de Brieva, ha conseguido el segundo grado penitenciario después de lo solicitase la Junta de Tratamiento de la cárcel el día 9 de este mes. Pero... ¿qué supone esta concesión?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que existe un sistema de grados para aquellos que han de acatar penas privativas de libertad. Este sistema es bastante flexible y permite que, en este caso el condenado, ingrese en prisión en un grado u otro -salvo en el de libertad condicional- y progrese o retroceda de grado en función de la evolución del interno.

En este caso Urdangarín ha progresado, pasando del primer grado al segundo. El primer grado es el más restrictivo de todos y las medidas de protección y seguridad son las más duras. Por lo menos cada tres meses se tiene que revisar si es necesario que el preso continúe ingresado en este régimen.

Por norma general el segundo grado se le suele conceder a todos los presos, excepto si son muy peligrosos o en circunstancias excepcionales. Es el paso previo al tercer grado, cuando ya le concederían derechos para salir.

Es el régimen más común. En él se encuentran los penados "en quienes concurren unas circunstancias personales y penitenciarias de normal convivencia, pero sin capacidad para vivir, por el momento, en semilibertad", según la información sobre el sistema de grados que ofrece el Ministerio del Interior.

"A partir de ahora Urdangarín podrá empezar a participar en actividades en la cárcel. Tiene su horario para salir al patio, de comidas, de conducta, etc.", explica África García Cuenca, abogada no ejerciente. "El preso consta de ocho horas de descanso nocturno, un mínimo de dos horas para que el interno pueda dedicarlas a asuntos propios y tiempo suficiente para atender a las actividades culturales y terapéuticas y a los contactos con el mundo exterior", según recoge el Reglamento Penitenciario.

Además, una vez el reo cumpla al menos la cuarta parte de su condena -cinco años y 10 meses- podrá obtener su primer permiso para salir a la calle, aunque de acuerdo a las fuentes consultadas por Efe, puede que su defensa trate de desplegar alguna otra estrategia.

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