Ecologistas en Acción demanda a la Dirección General de Medio Ambiente el envío de las dos estaciones móviles de la red de vigilancia atmosférica a la zona del Llano del Beal, Portmán y la Unión, así como a otros núcleos urbanos del entorno, para desarrollar un programa de mediciones de partículas (PM10, PM2.5, PM1) que analice la evolución de los metales pesados en el aire ambiente durante estos meses "en los que el ambiente seco propicia que el viento levante polvo fino con metales pesados, afectando a la población local principalmente".

La organización ecologista recuerda que lleva años denunciando que la acumulación sin control de residuos mineros al aire libre, expuestos directamente a la lluvia y el viento están teniendo efectos perjudiciales sobre el medio ambiente, la salud pública y el paisaje. Así, advierten, en la zona de la Sierra Minera de Cartagena-La Unión, las altas temperaturas aumentan la evaporación de la humedad del suelo, favoreciendo la migración de sales con metales pesados hasta la superficie.

Después, los procesos de vientos y brisas locales provocan la suspensión en el aire de un alto número de partículas y micropartículas de los suelos, un polvo fino, contaminados por metales pesados (plomo, cadmio, arsénico) en el entorno del Llano del Beal, La Unión y Portmán, añaden.

Esa dispersión de polvo cargado de metales pesados acaba afectando no sólo a los ecosistemas naturales, sino que afecta a la salud pública de la población local cunado esta respira ese aire cargado de partículas, introduciendo los metales en su organismo.

Pero también preocupan otras vías de contaminación por metales pesados que afectan a la población local, especialmente a la población infantil: el contacto dérmico y la ingesta de polvo o tierra, más preocupante en niños pequeños, por su mayor exposición a estas formas de contaminación jugando, y por que al estar en periodo de crecimiento la afección de la exposición a metales tiene peores consecuencias para su salud.

No en vano, el investigador sobre suelos contaminados, José Matías Peñas Castejón, ha señalado que en las viviendas de la Sierra Minera entran, a través del polvo, metales pesados en una cantidad de 8.080 miligramos de plomo por kilogramo, 8.000 partes por millón por encima de lo normal.

"Esta situación de polvo en suspensión contaminado por metales pesados es lo suficientemente grave para la adopción de medidas preventivas inmediatas y urgentes que eviten o minimicen los impactos ambientales y sobre la salud pública de las personas del entorno".

Ecologistas en Acción demanda a la Consejería de Sanidad también que se hagan públicos los resultados globales del estudio epidemiológico denominado 'Emblema', que se está realizando por dicha consejería para evaluar la exposición a metales pesados de un sector de la población, en las antiguas zonas mineras de Cartagena y La Unión, con el objetivo de determinar los niveles de plomo en sangre y de cadmio y arsénico en orina.

Para la organización ambiental, la adopción de medidas de contención de las partículas y microparticulas de metales pesados en los suelos contaminados de la zona el Llano, del entorno de la Unión y Portmán "es una prioridad, ante una situación que se viene arrastrando desde hace treinta años en medio de la desidia de las diferentes administraciones".

También reclaman el control de la contaminación por metales pesados de la Sierra Minera que llega a través de las escorrentías de las ramblas que van al Mar Menor (Mendoza) y su ribera sur; aumentado este tipo de contaminación.

"Es necesario que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), como organismo de control del dominio público hidráulico, se implique también en la adopción de medidas de retención de sedimentos en las ramblas que conectan la Sierra Minera con la laguna salada, para contener los metales pesados, así como implicarse en los procesos de inertización de balsas y suelos contaminados", manifiesta Ecologistas en nota de prensa.

La organización exige a las administraciones públicas que cumplan con la legislación vigente, y se lleve a cabo el inventariado, la clausura la inertización y la restauración ambiental de los numerosos depósitos mineros y balsas situados junto a Llano del Beal, Portmán, La Unión y otros núcleos urbanos que son producto de las antiguas explotaciones mineras en esa zona.

En este sentido, reclaman la inmediata puesta en marcha del Plan de Recuperación Ambiental de Suelos Afectados por la Minería (Prasam), anunciado por el Gobierno regional, "pero que todavía carece de presupuesto y plazos de ejecución".