La mayor disponibilidad de los combustibles muertos se localiza en el centro y norte de la región, principalmente en la zona noroccidental, el alto Jalón, el Bajo Aragón y el Matarraña, con zonas donde los medios, y de manera más puntual incluso los gruesos, están totalmente disponibles, mientras que los finos están bastante o casi completamente disponibles.

En cuanto a los combustibles vivos, los herbáceos (pastos) están agostados en la mayor parte de la región, excepto en las zonas más altas, y el matorral empieza a presentar valores de peligro en las zonas bajas y medias.

Los principales factores de propagación serían la topografía y la convección, ha señalado el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.