Las principales consecuencias de esta política son las colas a las horas punta, que aumentan al mismo ritmo que disminuye el personal de las taquillas. Y es que no todo el mundo está preparado para sacar un billete minutos antes de que salga el tren.

Además, puede ocurrir que una de las dos máquinas que hay en las estaciones (salvo en la de Llamaquique de Oviedo, donde hay instaladas tres) esté estropeada. Entonces al usuario sólo le quedan dos opciones: o perder el tren, o subirse sin billete. Si elige la última, se arriesga a pagar una multa que, según la empresa, asciende al precio del billete más el triple de su coste (por ejemplo, por un billete que cuesta 5 euros habrá que pagar 20).

«Yo ya me tuve que subir sin billete, porque en la estación de Gijón había una máquina estropeada y delante de mí estaba una señora mayor que no era capaz de sacar el billete.

Aunque me ofrecí a sacárselo, dijo que no, y tampoco me dejaba pasar delante. Como en la taquilla también se negaron a darme el billete e iba a salir el tren, me subí sin el tique. Menos mal que el revisor entendió la situación y no me puso problemas», explica Adela Álvarez.

Dónde están en 12 estaciones

En Asturias hay 12 estaciones con máquinas autoventa, entre las que se encuentran las de Oviedo, Gijón, Lugo de Llanera, Avilés, Pola de Lena, Sama, la Felguera, El Entrego, La Corredoria y Llamaquique.

Tres líneas 180 viajes

Al día se realizan en Asturias 180 viajes de cercanías entre las tres líneas en las que Renfe opera en Asturias: La C-1 (Gijón-Oviedo-Puente Los Fierros), la C-2 (Oviedo-El Entrego) y la C-3 (Oviedo-San Juan de Nieva).

Viajeros más cada año

Durante 2006 Renfe tuvo 498.138 viajeros, un 2,1% más que un año antes, cuando 487.740 personas eligieron el tren para viajar. En cada convoy hay de media 331 plazas, según la empresa.

La empresa derivará a los empleados a puestos de atención al viajero

Renfe asegura que no despedirá a nadie. Para algunos empleados de Renfe consultados por este periódico el problema de las colas se solucionaría con la instalación de más máquinas de autoventa o con la contratación de más personal.

Sin embargo, la intención de la empresa es la de ir automatizando la venta de billetes hasta que ya no queden vendedores. «Eso no quiere decir que vayamos a despedir a nadie, sino que recolocaremos a los vendedores en puestos menos monótonos, como pueden ser los de atención a viajeros», explican.

De momento se pueden sacar en ventanilla los billetes de largo recorrido, los que llevan tarifas especiales o los abonos. Para los que tengan que adquirir los de cercanías y no sepan, la empresa invita a pulsar el timbre del interfono de las máquinas. «En Oviedo hay un centro de control que vigila todas las máquinas y desde allí se puede ir guiando al usuario para que saque el tique», señalan.

Sin embargo, fuentes de Renfe aseguran que los usuarios cada vez están más mentalizados. El 76% de los 170.000 billetes de tren que se sacan en Asturias al mes se venden en las máquinas.

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