Circulando a escasos centímetros de los peatones, a velocidades que pueden alcanzar los 20 Km hora sin un marco legal definido los patinetes se extienden por nuestras ciudades, desconociendo muchos cómo deben utilizarlos.

Ante el vacío legal, queda entonces todo en manos de la responsabilidad de los que optan por esta alternativa ecológica. Si la prudencia falla, el peatón se siente en peligro y la polémica está servida.

Difícil convivencia en ocasiones a la que se une la politica sancionadora de algunas administraciones. Medidas éstas que han avivado la polémica.