La llegada de extranjeros de los últimos años también se ha visto reflejada en las bodas que se celebran en la provincia de Valencia.

Si en 2001 fueron 830 los matrimonios oficiados en los que al menos uno de los contrayentes era extranjero, en 2006 esta cifra se disparó hasta las 1.923 bodas, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.

De hecho, estos enlaces suponen ya el 15% de los que se registran en Valencia, una cifra similar a la media nacional. Otro síntoma de esta dinámica es la proporción de inmigrantes o hijos de extranjeros matriculados en los centros escolares valencianos (son ya el 11%, según fuentes del Consell).

Los denominados matrimonios mixtos (en los que un cónyuge es español y otro foráneo) pueden tener su lado fraudulento.

En esta ocasión se les conoce como matrimonios «blancos», y consisten en casarse con un español o española con el único objetivo de conseguir la nacionalidad o la residencia legal en el país.

Según la investigadora Elba María Bermúdez, que ayer presentó un estudio sobre los matrimonios mixtos en Valencia, «es un fenómeno que va a más y se espera que aumente conforme se endurezca la ley migratoria», explica.

En cuanto a los matrimonios mixtos, señala que las colombianas son las que más se unen con varones españoles, y los magrebíes son los que más prefieren a las españolas. Los suramericanos son los que más se inclinan por las uniones homosexuales.

Cuando la familia lo pone difícil

Argentina casada con un español.

«Su padre era más reacio»

«Al principio, fue un poco fuerte. Sus padres no me conocían. Su padre era más reacio. Su madre era más cercana y amable. A día de hoy puedo asegurar que me adoran, tanto el uno como el otro, me lo consultan todo y me llaman. Pero, al inicio, las cosas fueron duras. Por el lado de mi familia fue muy diferente, mi madre siempre me ha apoyado y ha buscado mi felicidad. Nunca ha puesto problemas». Este testimonio forma parte del proyecto de investigación Historias de unión y de amor en parejas mixtas que residen en la Comunitat Valenciana, de Elba María Bermúdez.