Alrededor de un tercio de nuestra vida lo pasamos en la cama. Para mantener el colchón en buenas condiciones y alargar su vida es bueno cubrirlo con una funda protectora y dejar que el colchón, junto con la ropa de cama, se ventile todos los días durante unos 20 minutos justo después de levantarse.

La importancia del volteo

Los colchones deben voltearse tan a menudo como lo recomiende el fabricante. En algunos se distingue la cara de invierno y la de verano. Si no hay ninguna recomendación, es conveniente darle la vuelta una vez al mes. Además, cada tres meses, conviene girar el colchón y poner la parte de la cabeza a los pies, y viceversa.

El polvo de un colchón de muelles puede eliminarse con el cepillo suave de la aspiradora poniéndola en un nivel de succión bajo para que no se desprendan los botones ni se estropee el relleno. A los colchones de espuma se les debe pasar el aspirador con la boquilla rinconera y también con el nivel de succión en una posición baja.

Pero no todo es colchón en la cama. También hay que ocuparse del mantenimiento del edredón, que debe airearse con regularidad, preferentemente al aire libre. Si esto no es posible, extiéndelo al pie de la cama o encima de un par de sillas.

Las fundas de edredón

Debes emplear siempre una funda para protegerlo de la humedad del cuerpo y de posibles derrames de líquidos. Si se vierte algo sobre él, actúa inmediatamente: sacúdelo para que la zona de la envoltura afectada quede libre de relleno; separa la parte con relleno del resto atándola fuertemente con una cuerda. Seguidamente, procede a su limpieza según el tipo de mancha. No intentes nunca lavar un edredón nórdico en una lavadora doméstica.