Pedro Barthe, un asturiano que se aprestaba a atravesar en coche el puente de Génova cuando este se ha derrumbado, causando más de 35 muertos, ha declarado: "Nos hemos librado de milagro".

Barthe ha asegurado que, tanto él como su primo, con el que viajaba, quedaron bloqueados a menos de un kilómetro del lugar de colapso.

Barthe, que iba camino del aeropuerto, ha asegurado, en declaraciones al diario de Gijón El Comercio, que han "vuelto a nacer", por la proximidad de su vehículo al punto del siniestro, que provocó la caída al vacío de decenas de coches y camiones.

Tras el derrumbe, que se ha producido en torno a las 12.00, hora local (10.00 GMT), cuando un tramo del puente Morandi, de 1.182 metros de longitud y una altura de 45 metros se vino abajo, Barthe ha explicado que la situación era "muy caótica" y que no paraban de "pasar ambulancias y camiones de bomberos".