Denunciados en Pegalajar y Villacarrillo por usar artes prohibidas para cazar aves

  • La Guardia Civil de Jaén ha denunciado a dos personas por infracción de la Ley de Flora y Fauna Silvestre al utilizar en Pegalajar y Villacarrillo artes prohibidas y no selectivas para la caza, como las denominadas redes japonesas, invisibles o de nube.
Red prohibida para capturar aves.
Red prohibida para capturar aves.
GUARDIA CIVIL
Red prohibida para capturar aves.

La primera de las actuaciones realizadas por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) se produjo el pasado día 9 en el paraje de Triana, en la localidad de Pegalajar, según ha informado este martes el Instituto Armado.

Los agentes encontraron una red conocida como japonesa, de ocho metros de longitud y dos y medio de altura, instalada en una parcela, propiedad del denunciado. Además, tras una inspección ocular de la zona, fueron localizados dos lazos acerados para la captura de conejos y un cepo.

Con respecto a la intervención de Villacarrillo, el Seprona inició en agosto de 2017 un dispositivo después de hallar dos palos finos con elevada altura clavados delante de una plantación de pipas de girasol, en el paraje El Rodeo de Mogón.

En este sentido, ha explicado que quienes se dedican a la captura con red ponen los palos sin ésta para que las aves no se asusten al verlos, y cojan el paso entre ambos, de modo que una vez que se coloque el arte las aves entren confiadas y queden atrapadas.

Tras varios apostaderos infructuosos desde entonces, junto a agentes de Medio Ambiente, el pasado 31 de julio, se interceptó al denunciado, al observar la red colocada estratégicamente delante de una plantación de pequeñas dimensiones de pipas de girasol.

Iniciado el servicio de apostadero para poder identificar al propietario de la red, a las 10,15 horas, una persona se aproximó a revisarla red. Entonces, los agentes del Seprona delataron su presencia e identificaron al denunciado.

Al inspeccionar la zona, encontraron junto a una barbacoa que estaba a unos 30 metros de la red una espuerta de goma, con numerosas plumas, trozos de piel y picos de aves de pequeño tamaño que había sido arrancadas hace poco tiempo.

Al mirar más detenidamente la barbacoa, vieron plumas parcialmente quemadas y evidencias de un uso reciente, lo que hace pensar que el hombre pelaba las aves capturadas en la red y luego se deshacía de las plumas, quemándolas.

Igualmente, se inspeccionó una caseta de pequeñas dimensiones que se encontraba junto a la barbacoa y en un frigorífico los agentes dieron

con 20 aves de pequeño tamaño totalmente peladas.

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