"Sólo en la nueva depuradora y el mantenimiento posterior se gastará una media de 50.000 euros a lo que hay que sumar el coste de las reparaciones", han lamentado desde el sindicato en un comunicado. A su vez, han recordado que estas instalaciones "fueron clausuradas en el año 2012 debido a su estado de deterioro y el elevado coste de su mantenimiento para las arcas públicas".

Todo ello después de que el sindicato haya podido saber la pretensión de la Administración de "reparar la piscina de 25 metros de largo y 12 de ancho con el vaso totalmente agrietado" y, que según la central sindical, es "inviable desde el punto de vista medioambiental por las enormes fugas de agua".

Así, frente a este "gasto desorbitado" y una medida que la central sindical tacha de "errónea, innecesaria y fuera de lugar", la Administración "no ha sido capaz de restablecer los servicios básicos suprimidos durante los años de crisis", señalando que las retribuciones de los empleados públicos "sufrieron una merma del cinco por ciento en el año 2010, cuantía que no ha sido restituida a día de hoy".

CSIF ha recordado, además, que el reparto de medicación psicotrópica se realizaba diariamente durante los fines de semana pero "este servicio fue suprimido con las graves consecuencias que ello conlleva para la salud de los internos y la seguridad de los trabajadores", a lo que han añadido que "también se dejó de prestar el servicio de limpieza en las zonas de seguridad y eso supuso el despido de cuatro trabajadoras que realizaban esa labor, aún no ha sido reestablecido".

En cuanto a personal, la plantilla sufre "una merma importante de efectivos con 34 puestos sin cubrir", una situación que provoca que esas funciones "tengan que asumirlas otros departamentos con el consiguiente deterioro en la calidad del servicio".

Por todo ello, CSIF pide "la paralización de las obras y la redistribución de esos fondos para demandas de primera necesidad que ya han sido solicitadas en diferentes ocasiones a los responsables del centro".