Las religiosas, al conocer que los afectados habían sido desalojados por la cercanía de las llamas y ubicados en centros cívicos y polideportivos, pusieron su casa a disposición del Ayuntamiento de Gandia para alojar a las personas de la residencia que, por su enfermedad mental, presentan dificultades y necesitan una atención y cuidados especiales, ha indicado el Arzobispado en un comunicado

Un total de 40 personas se alojaron el pasado martes en estas instalaciones, acompañadas en todo momento por personal sanitario, así como por voluntarios de la localidad "que se han volcado en la ayuda a los evacuados", ha puesto en valor la superiora de la comunidad, Fina Martínez.

Ante la prolongación de los desalojos, las religiosas decidieron "limpiar y habilitar una parte de la casa que en la actualidad no utilizaban y permanecía cerrada, para poder acoger a más personas", ha explicado. "Así, con la ayuda de voluntarios, hemos acondicionado la zona en desuso de la casa y, desde este miércoles, hemos podido acoger a otros 23 evacuados", ha detallado.

Del mismo modo, a estas 63 personas desalojadas que pernoctan en las habitaciones de la Casa de Espiritualidad se suman otra veintena de personas que pasan también el día en el centro.

"Estamos siendo testigos de un ejemplo de familiaridad y solidaridad", ha destacado Fina Martínez, antes de exponer que "son muchos los voluntarios que están ofreciendo su tiempo y ayuda en los diferentes centros habilitados por el Ayuntamiento para los evacuados".

Entre estos voluntarios figuran los profesores, alumnos y personal de la comunidad educativa del colegio que también regentan las religiosas Esclavas en Benirredrá, "que participan desde el primer día en las atenciones necesarias en la Casa de Espiritualidad", han concluido desde la diócesis.