El próximo miércoles 6 de febrero, después de estar paradas más de un año, se reprenderán las obras de construcción del Teatro Tarragona.

Hasta ahora, las obras del polémico teatro han sido una constante de pegas. Primero fue el

descubrimiento de unos restos romanos -lógico, por otra parte, en cuanto se realizan obras en Tarragona- y después los problemas detectados en los cimientos de los edificios adyacentes, que podían hacer peligrar sus estructuras.

Para que el próximo miércoles, 6 de febrero, las obras de construcción del Teatro Tarragona vuelvan a estar en marcha ha sido necesario

reforzar las estructuras de los edificios colindantes, para garantizar su seguridad, lo que ha comportado algún cambio en el proyecto inicial del teatro.

El vestíbulo quedará tres escalones por encima del nivel de la calle y será un poco más estrecho de lo que estaba previsto en los planos originales. Según Rosa Rossell, teniente de alcalde y responsable de Cultura del Ayuntamiento de Tarragona, el teatro seguirá teniendo la misma capacidad -698 asientos- y el escenario las mismas dimensiones.

Aprovechando que se ha tenido que modificar el plan de obras,

el ascensor del teatro verá aumentada su capacidad -de 12 a 18 plazas-, aunque todavía queda por concretar la distribución de los espacios técnicos: el escenario y los camerinos.

El próximo lunes, día 4 de febrero, se limpiará el solar de la Rambla Nova y dos días después, se reemprenderán las obras, un año después de su paralización.

Las obras del Teatro Tarragona empezaron el mes de junio de 2006 y se adjudicaron a principios de ese mismo año con un coste de 2'9 millones de euros. Los técnicos han calculado que en seis u ocho meses se podrá empezar la segunda fase del proyecto.

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