En concreto, según ha informado la compañía, entre estos jueves y viernes se ha realizado una de las dos conexiones inicialmente previstas a la red de abastecimiento de la Comunidad de Usuarios de San Cristóbal, "disponiendo ya los vecinos de este agua en sus domicilios y eliminando el suministro desde el depósito", que reventó el pasado 30 de julio.

Y es que, a pesar de haberse roto, en él quedó cierta cantidad de agua que seguía llegando a los hogares. Aqualia decidió mantener el pequeño nivel, ya que, aunque se recomendó no ingerir ni utilizar para cocinar al no poderse garantizar su potabilidad, sí se podía usar para aseo y limpieza.

La segunda conexión prevista se ha aplazado hasta el lunes para dejar margen durante este fin de semana y de esta formar cumplir con el principal compromiso adquirido con la Comunidad de San Cristóbal: que esta conexión no afectase a la calidad del servicio de sus propios usuarios.

En este sentido, la empresa ha explicado que con la actual ola de calor, se ha registrado un repunte del consumo habitual de Altos de Puente Nuevo, La Yuca y Las Cumbres, lo que ha provocado que en horas punta de consumo se hayan dado faltas de presión en las zonas altas de estas urbanizaciones.

"Aqualia continúa realizando pruebas para equilibrar las presiones y reitera la petición a los vecinos de un uso restrictivo del agua, pues hay que recordar que ésta es una solución provisional", han indicado desde la empresa.

Por otro lado, si todo sale bien y queda garantizado el suministro de agua, la semana que viene se procederá a desmontar la cubierta y la estructura dañada del depósito roto.

El reventón del depósito se produjo sobre 15,00 horas del lunes cuando se rajó cediendo hacia un lateral y vertiendo la mayor parte del agua que en ese momento contenía, sin que se produjeran heridos. Los daños ocasionados se han limitando a la inundación del sótano de varias casas cercanas que fueron desaguadas por Aqualia con bombas de achique.

En el momento de la rotura, cuyas causas están en investigación, el depósito estaba a media capacidad lo que supuso el vertido de unos 200.000 litros de agua. Técnicos de Aqualia se desplazaron al lugar para analizar las posibles causas del incidente y valorar opciones para un suministro alternativo lo más rápido posible, que empieza a ser realidad gracias al acuerdo con la Comunidad de Usuarios de San Cristóbal.