Las obras, como ya se había informado, suponen la construcción de un nuevo colegio de tipología C2, con dos aulas por cada nivel de educación infantil y primaria y un total de 450 plazas escolares, contando con "más de 3.000 metros cuadrados construidos" y sustituyendo al centro original en una parcela nueva de más de 12.600 metros cuadrados.

Así, en la zona docente se ubicarán seis aulas de infantil con aseos integrados; doce aulas de primaria; biblioteca; aula usos múltiples; sala de recursos; núcleos de aseos para el alumnado; cuatro aulas de pequeño grupo, y un aula de educación especial dotada de aseo adaptado, en relevo de las antiguas instalaciones, cuyo estado fue objeto de múltiples reivindicaciones por parte de la comunidad educativa.

Asimismo, el nuevo edificio contará con un gimnasio, un comedor con oficio para servicio de catering, almacén general, aseos no docentes, cuarto de limpieza y basura e instalaciones. A lo que se suma un exterior en el que se construirá un porche cubierto, dos zonas de juegos para infantil y primaria, pista polideportiva, estacionamiento de vehículos y huerto escolar.

Por otro lado, el área de administración se compondrá de despachos para la dirección, jefatura de estudios y secretaría y archivo, además de sala de profesorado con aseos docentes, despachos para las asociaciones de madres y padres y del alumnado, conserjería y reprografía.

En esta línea, y dentro del programa de retirada progresiva del amianto aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, la delegada territorial de Educación ha manifestado que en el CEIP El Prado de esta misma localidad se sustituirá la cubierta de fibrocemento del almacén, defendiendo que en los últimos tiempos, la Consejería de Educación ha invertido más de 3,26 millones de euros en los centros educativos de Olivares.