"Podemos hablar de un otoño regular para los precios al agricultor, un invierno pésimo y una primavera atípica" en la que el retraso en la entrada del calor ha ocasionado una importante merma en las producciones tempranas de melón y sandía que en cambio vieron incrementar sus precios, aunque con la llegada de junio cayeron de forma brusca sin llegar a remontar hasta el final de la campaña, dejando precios irrisorios", ha trasladado.

En un comunicado, Asaja ha señalado como aspectos claves de este pasado ejercicio la presencia de más superficie, que según sus estimaciones está en un cinco por ciento, rondando ya las 32.000 hectáreas de hortícolas bajo plástico, y continuando de esta forma la tendencia de crecimiento de las últimas campañas.

Los productos que mayores incrementos se superficie han experimentado son por un lado la sandía, "en un claro intento de los agricultores de buscar algo de rentabilidad al invierno" según ha destacado, pimiento sobre todo temprano hasta el ocho por ciento y tomate, de hasta el cuatro por ciento. En cambio, judía verde y melón habrían perdido superficie respecto al año anterior.

Al hilo de esto, ha aludido como "uno de los aspectos que más han marcado este ejercicio" a los "bajos precios generalizados hasta bien entrada la primavera y finalizada la gran parte de la campaña, siendo los meses de marzo y abril de los peores de los últimos años".

De este modo, el precio medio lo sitúa en el entorno de los 0,48 euros el kilo, un por ciento menos respecto a la pasada campaña, situándose en un nivel similar al de los últimos cinco ejercicios. Lo precios que más han caído este año son calabacín con un diez por ciento, pepino con un 14 por ciento, berenjena con un 21, tomate con un 19 por ciento, y pimiento con un 28 por ciento.

Con todo ello, ha subrayado que, a pesar del incremento productivo, el valor de la producción ha caído un diez por ciento respecto a la pasada campaña y "se mantiene en niveles similares a los últimos ejercicios, en los que a excepción de la campaña pasada, el valor de la producción ha venido cayendo, lo cual significa menos rentabilidad para el productor".

"Tenemos por lo tanto que más de la mitad del sector, y casi, las dos terceras partes están perdiendo valor y precio un año más", ha detallado la patronal agraria.

En relación a otros aspectos que repercuten sobre la campaña, ha llamado la atención sobre los efectos que puede tener la falta de acceso a recursos imprescindibles como el agua, que esta campaña, según ha añadido, "también se ha visto reflejado por un lado en el caso del tomate de la Vega de Almería, que provocó un retraso en la siembra y entrada en producción, moviendo su calendario habitual, y por otro lado, en los cultivos al aire libre como la lechuga este año ha visto reducida su superficie de siembra debido a la imposibilidad de iniciar la campaña de riegos con normalidad".

Por último, ha lamentado que esta campaña se ha vuelto a asistir a la "inacción" por parte del sector comercializador en momentos de "fuertes caídas de precio, que han afectado a todos los productos y en el caso del invierno lo han convertido en el peor de los últimos años".

"La gestión de crisis sigue siendo una asignatura pendiente, pues se ha estado vendiendo producto muy por debajo de los precios de retirada. No tiene sentido vender berenjena a diez céntimos cuando por retirarla a distribución gratuita te dan 31 o melón a 20 cuando tiene un precio de retirada de 48 céntimos", ha concluido.