La capital vizcaína es, desde ayer, un museo a cielo abierto. Tal y como ocurriera el pasado año con los números y palabras del norteamericano Robert Indiana, la calle Ercilla de Bilbao acoge hasta finales de marzo la obra del escultor Manolo Valdés.

Se trata de 17 esculturas monumentales de hierro y bronce que, inspiradas en los clásicos y los grandes iconos del arte, están recreadas con libertad y con las líneas más simplificadas.

Así, los viandantes podrán conocer la particular visión que el artista valenciano, residente en Nueva York, tiene, por ejemplo, de la Dama de Elche, Las Meninas, o la gran Odalisca de Ingres.

La exposición Arte en la calle. Manolo Valdés. Esculturas monumentales viene a Bilbao después de haber pasado por otras ciudades del Estado como Valladolid, Córdoba, Valencia, Palma de Mallorca o Sevilla.