Sandra Isabel Calderón Quintana, Tania de la Fuente de Andrés, Javier Gómez Espinar y Raquel González Pascual son los trabajadores que desde el 1 de julio completan el estudio de las fuentes, ideado por el laboratorio de Prodestur, según han indicado desde la institución provincial.

Su labor se desarrollará durante los próximos seis meses y después se plasmará en una publicación a la que se trasladarán los datos y conclusiones recogidas. La contratación se ha materializado con una subvención concedida por la Consejería de Empleo de la Junta de Castilla y León. Con este trabajo se localizarán y se analizará el agua de las fuentes naturales y se completará con un estudio hidrológico de las principales cuencas que atraviesan la zona (Eresma, Voltoya), con la catalogación de los humedales (sistema lagunar de Coca-Olmedo, lagunas de la tierra de pinares y los lavajos).

Uno de los tesoros de la comarca es la abundancia de pequeños humedales, en muchas ocasiones estacionales, pero que suponen un importante refugio para especies de aves, anfibios, reptiles y mamíferos. Su importancia en el funcionamiento ecológico de la zona es fundamental.

En cada una de las fuentes se recogerá su ubicación, altitud, caudal medio, descripción de la construcción y todos los posibles datos de interés. Tener identificados estos puntos tiene dos finalidades: por un lado, servirá como un complemento más al turismo que busca el contacto con la naturaleza y los entornos rurales, y, por otro lado, se obtendrá información sobre el estado y calidad de esa agua.

También se pretende dar a conocer fuentes naturales abandonadas o desconocidas por la población por encontrarse en zonas poco transitadas y que también tienen un alto valor paisajístico, histórico y turístico. La primera fase del Estudio Fuentes Naturales de la Comarca de Segovia finalizó en 2017, la siguiente en este 2018 y tras el trabajo actual se acometerá, por último, el análisis de las de la zona del Nordeste de la provincia.