Una antigua nave industrial de 800 metros cuadrados en el barrio barcelonés de Les Corts con capacidad para 60 comensales: así es el espacio que alberga el nuevo restaurante de los Hermanos Torres.
El Cocina Hermanos Torres es, en palabras de sus responsables, un restaurante que mira al futuro, un lugar donde creatividad y modernidad van de la mano. Además, un 70% de su superficie se ha destinado a las cocinas, mientras que un 30% está pensado para los clientes.
De ese 70%, el centro de la sala está ocupado por tres cocinas, una distribución que permite a los comensales asistir a un espectáculo gastronómico, ya que pueden ver cómo los chefs preparan los ingredientes: un restaurante y una cocina al mismo tiempo.
En la temporada estival, Cocina Hermanos Torres oferta dos menús degustación pensados como homenaje a todo aquello que les ha llevado hasta este punto de su carrera. En la carta se pueden encontrar vínculos familiares, recuerdos de la infancia de los hermanos e influencias de distintos rincones, entre los que se cuelan el respeto a la naturaleza, al producto y al productor.
El Inicio y El Origen (con 14 platos) son los dos menús que los comensales pueden degustar este agosto.
Platos homenaje
El primero de ellos, que incluye un total de 18 platos, destaca por ser un recorrido gastronómico por la vida de los gemelos, quienes se han inspirado en su familia y recuerdos de sus viajes más personales para su elaboración. El Inicio es una autobiografía de los Torres que comienza con platos que rinden tributo a los lazos familiares, como las pipas de girasol heladas servidas sobre la flor natural.
Este plato es un recuerdo de las rutas que ambos hacían con su padre a bordo de una furgoneta equipada con dos literas durante los meses estivales. Por el camino, todos paraban para recoger girasoles.
La carta continúa con el falso arroz con verduras, un plato de aprovechamiento fruto de las enseñanzas de su abuela Catalina. El guiso, marcado por la filosofía de no tirar todo y aprovechar lo que nos rodea, está compuesto por troncos de verdura, que hacen del falso arroz. Los Torres extraen estos granos de los tallos de las hortalizas con una cucharilla y mucha laboriosidad.
El menú continua con platos que son un homenaje al producto tradicional de la tierra, como sería la receta reinventada del cocido. Esta vez el paladar saboreará el plato tradicional madrileño, aunque frío y fresco, pensado para los meses de verano. Este cocido veraniego incluye el garbanzo verde, un producto que aún sigue en la vaina y que se presenta acompañado de una salsa de jamón ibérico y envuelto en un velo de panceta.
La Clóchina de Valencia Limpia es un producto escaso cultivado en el interior del puerto valenciano con un color y un sabor característico que los hermanos han querido combinar con el gazpachuelo de Málaga, creando así las clóchinas con gazpachuelo, un plato que combina dos localizaciones mediterráneas, servido en una tercera.
Entre todo el abanico de propuestas, también se encontrarán platos como el calamar fermentado con consomé de ave y caviar imperial, el ravioli de codorniz en escabeche, el galete de atún acompañado de patatas soufflé y terminando con postres como los ñoquis de melocotón confitados en un jarabe de vainilla y acompañados de un helado elaborado con su propia piel.
Esta carta estival se mantendrá hasta el mes de septiembre, temporada en la que Cocina Hermanos Torres reinventará de nuevo su oferta gastronómica para seguir maravillando a los comensales con su maestría en los fogones.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios