Los líderes de Ausbanc y Manos Limpias, a juicio por extorsiones a cambio de retirar acusaciones

  • Uno de los casos que se investiga es la extorsión a la infanta Cristina para retirar la acusación de Manos Limpias.
  • La fiscalía pide 118 años para Pineda (Ausbanc) y casi 25 para Bernad (Manos Limpias).
Luis Pineda Salido, líder de Ausbanc, y Miguel Bernard, secretario general de Manos Limpias.
Luis Pineda Salido, líder de Ausbanc, y Miguel Bernard, secretario general de Manos Limpias.
EUROPA PRESS
Luis Pineda Salido, líder de Ausbanc, y Miguel Bernard, secretario general de Manos Limpias.

El juez Santiago Pedraz ha decretado este miércoles la apertura de juicio oral para Luis Pineda y Miguel Bernad, líderes de Ausbanc y Manos Limpias respectivamente, la abogada Virginia López Negrete y otras siete personas. Se les acusa de integrar una supuesta trama de extorsión a cambio de retirar acusaciones, como a la infanta Cristina, y de presionar a bancos.

En diciembre la fiscalía de la Audiencia Nacional presentó su escrito de acusación. Pide 118 años y 5 meses de cárcel para Pineda, casi 25 años para Bernad y cerca de 12 para López Negrete.

El fiscal del caso, José Perals, solicita penas de cárcel para los diez acusados por delitos de estafa, blanqueo, extorsión, amenazas, administración desleal, fraude en las subvenciones y pertenencia a organización criminal y multas que, en el caso de Pineda, superan los diez millones de euros.

Además, la Fiscalía reclama la disolución de todas las sociedades de Ausbanc, así como del "Sindicato Colectivo de funcionarios Manos Limpias" y la "Asociación Cívica Española Manos Limpias".

Extorsión en al menos ocho casos

Uno de los casos que se investiga en la causa es la "estrategia" de Pineda y Bernad para "intentar negociar la retirada de la acusación de la infanta" en el caso Nóos por parte de Manos Limpias a cambio de "un acuerdo que les beneficie económicamente, en concreto entre 2 y 3 millones de euros".

Otra forma de extorsión la ejercía supuestamente Pineda con entidades bancarias como BBVA, el Banco Santander o Caja Madrid - Bankia, a las que presionaba en busca de financiación a cambio de publicidad favorable y si no accedían a las presiones les chantajeaba con publicar informaciones peyorativas.

A este respecto, Pedraz reclama a los acusados, en concepto de responsabilidad civil, que indemnicen de forma conjunta a Crediservices con 300.000 euros y también al BBVA "junto con las cantidades satisfechas a la organización criminal y las cantidades que cifrarán los daños y perjuicios".

Según la investigación, la acción conjunta de Manos Limpias y Ausbanc para extorsionar en causas en las que estaban personados se dio en al menos ocho casos. Además del caso Nóos, en los llamados "caso Sevilla", "caso Sabadell", "caso Facua", y coacciones a Volkswagen en el procedimiento por la emisiones de CO2, al banco Santander y a Endesa.

En el "caso Sevilla", la Fiscalía cree que Pineda cobró "una importante cantidad" a cambio de retirar la acusación de Manos Limpias contra Braulio Medel, presidente de Unicaja. En el caso de Facua, se acusa a Pineda de usar a Manos Limpias para lograr imputar al líder de esta organización, Rubén Sánchez, en el caso de las facturas falsas de UGT.

En cuanto al Santander, Pineda está acusado de emplear "su influencia y peso en Manos Limpias para que por parte del sindicato no se continuasen las acciones que se tenían previstas en relación a la denuncia por el presunto asesinato de Emilio Botín, y así aprovechar la petición de financiación vía convenio publicitario con el banco".

Organización criminal

El juez acusa a Pineda de liderar una organización criminal con el objetivo de sustraer dinero utilizando "la cobertura de defensa de los consumidores" que le daba Ausbanc y de coaccionar a entidades bancarias y empresas con amenazas de acusaciones judiciales de Manos Limpias o de hacer mala publicidad de ellas.

El director de Ausbanc, la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios que tiene como objetivo defender los intereses y derechos legales de los usuarios de servicios bancarios, financió Manos Limpias "para reforzar dicha coacción".

Pedraz diferencia cuatro niveles de responsabilidad en la supuesta organización criminal. En el primer nivel sitúa a Pineda, el único que permanece en prisión, a Bernad y a López Negrete. A Alfonso Solé y Ángel Garay, altos cargos de Ausbanc y sus empresas, los coloca en un segundo nivel.

En un tercero incluye a otros cargos de Ausbanc que también estaban supeditados a Pineda: su esposa María Teresa Cuadrado, María Manuela Mateo y María Isabel Medrano; y en el cuarto nivel a cargos menores de Ausbanc que conocían de las prácticas (Rosa Isabel Aparicio y Luis María Suárez Jordana).

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