La razón es que los médicos son los únicos que no están convocados a la huelga, por lo que «las consultas seguirán realizándose con normalidad», explicó un portavoz del Departamento a este periódico. Aun así, es posible que se produzcan colas en algunos servicios, como en el de administración o en la realización de pruebas.

No obstante, el Gobierno vasco ha decretado los servicios mínimos para que los hospitales funcionen como un día festivo, los ambulatorios, como un sábado, y  las urgencias atiendan al 100%.

Así, los centros hospitalarios contarán con servicio de cocina, atención de pacientes y la posibilidad de dar altas hospitalarias. También habrá servicio de diálisis y se mantendrán los tratamientos oncológicos predeterminados y no demorables.

Por su parte, los centros de atención primaria tendrán el mismo horario que cualquier día normal, pero con el personal de un sábado, que sólo atenderá urgencias.

Esta es la primera de las dos huelgas convocadas en respuesta a la decisión del Gobierno vasco de firmar por su cuenta el decreto de mejora de las condiciones de trabajo del personal de Osakidetza, y que tiene como objetivo la vuelta a la negociación. El próximo paro está convocado para el 6 de marzo.

Buscan más capacidad de acción

Ayer se dio a conocer un nuevo sindicato dentro de la plantilla de Osakidetza, la Unión de Médicos de Atención Primaria (UMAP). Además de un incremento presupuestario, los médicos de cabecera piden una mayor capacidad de resolución que les permita, por ejemplo, solicitar determinadas pruebas diagnósticas que hasta ahora sólo pueden pedir los especialistas. «Conseguiríamos un diagnóstico más precoz y una importante reducción de listas de espera», señaló Felipe Díez, su secretario general.