Despresurización o barotraumatismo de los oídos: por qué ocurre y cómo solucionarlo

Imagen de un oído.
Imagen de un oído.
Gtres.
Imagen de un oído.

Muchos viajeros con el cambio de altura han experimentado, en especial los niños, punzadas que pueden producir desde un incontrolable dolor, hasta la rotura de la membrana del tímpano y hemorragia del oído. Es lo que se llama despresurización o, más correctamente, un barotraumatismo en el oído.

El doctor Guillermo Til, miembro de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y cirugía de cabeza y Cuello (SEORL-CCC) y presidente de la Sociedad Balear de Otorrinolaringología, explica que la despresurización se produce cuando aumenta la presión ambiental, disminuye el volumen de aire contenido en una  cavidad, y a la inversa: "Cuando ésta disminuye,  este  mismo volumen de aire se expande".

"Los cambios de presión afectan a todas las cavidades aéreas de nuestro organismo. Si el contenido gaseoso del oído medio no se puede comprimir/dilatar, o se produce un cambio de presión excesivamente brusco, pueden aparecer los trastornos y las manifestaciones clínicas de la despresurización: sensación de taponamiento ótico,  dolor de oído e  incluso otorragia  (salida de sangre a través del conducto). También puede presentar sordera grave, acúfenos  (ruidos en los oídos) y/o  mareos".

Si la trompa de Eustaquio no funciona de manera correcta por un cuadro catarral, rinitis alérgica o una rinosinusitis, y no puede compensar adecuadamente las variaciones de presión entre oído medio y  rinofaringe, pueden aparecer los barotraumatismos. La trompa de Eustaquio es el conducto que comunica oído medio con la parte más posterior de la nariz (rinofaringe) y tiene como función equilibrar presiones, protegiendo al oído de los cambios de presión.

Tragar la saliva el mejor remedio

Para evitarlo el doctor recomienda tragar saliva, puesto que al tragar la trompa de Eustaquio se abre y por tanto "facilita el equilibrio de presiones entre el oído medio y el ambiente". Aunque Til advierte que en ocasiones no basta con ello, y se deben realizar maniobras específicas "para compensar presiones en el oído medio: aspirando (maniobra de Toynbee) o inyectando aire (maniobra de Valsalva) a través de la trompa".

La maniobra de Toynbee consiste en pinzar la nariz y a continuación deglutir (tragar). Y la de Valsalva en cualquier intento de exhalar aire con la glotis (abertura superior de la laringe, delimitada por las dos cuerdas vocales) cerrada o con la boca y la nariz cerradas.

El especialista advierte que es un error común realizar las maniobras de compensación cuando ya sufrimos dolor: "Lo más adecuado es realizarlas de manera preventiva y antes de que aparezcan los síntomas". Si sabemos que somos propensos a padecer estos problemas, "durante la inmersión en el buceo y en el proceso de aterrizaje del avión se debe inyectar aire al oído de manera controlada mediante la maniobra de Valsalva".

En cualquier caso, el tratamiento más adecuado es la prevención, es decir, "evitar realizar actividades subacuáticas si el paciente presenta problemas que pueden relacionarse con un mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio".

Cuando no se puede prevenir, por ejemplo "en caso de que el paciente deba realizar un vuelo", el experto aconseja consultar al médico "para que le indique las pautas necesarias y evitar problemas mayores".

Que los barotraumatismos pasen a mayores es más probable con el buceo que subiendo a un avión. "Los buceadores incapaces de equilibrar la presión del oído medio notan dolor durante el descenso, si el descenso continúa se producen abombamiento hacia dentro del tímpano, hemorragia e inflamación, y más adelante se puede llegar a originar una  rotura de la membrana timpánica" e incluso daños a nivel del oído interno.

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