El papel protagonista de Yerma, una mujer atormentada por el deseo truncado de ser madre, le valió a Cristina Hoyos el premio Max a la mejor interpretación femenina hace algunos años.
La bailaora sevillana ha vuelto a sumergirse en el drama escrito por Federico García Lorca. Sin embargo, en esta ocasión ha adoptado un rol diferente, el de la Vieja Pagana. Sobre el escenario estará acompañada por Susana Casas (Yerma), El Junco (Juan) y el resto de bailarines del Ballet Flamenco de Andalucía, del que ella misma es directora.
Una sociedad que rechaza a una mujer estéril, el sentimiento de culpa y la tragedia se unen en este espec-táculo, que se representa hoy mismo en el Teatro Cervantes de Álora.
Esta versión flamenca de la obra, que el poeta granadino escribió en 1934 cuenta con música original a cargo de José Luis Rodríguez.
Cristina Hoyos empezó a bailar con 12 años y debutó en el pabellón español de la Feria Mundial de Nueva York. En 1969 se incorporó a la compañía de Antonio Gades, convirtiéndose en su pareja de baile y también en su musa. Inició en 1975 su carrera en solitario, pero diferentes proyectos la volvieron a unir a Gades. Ahora dirige el Ballet Flamenco de Andalucía, creado en 1994.
Esta adaptación al baile de Yerma fue estrenada ya hace dos años, precisamente cerca de la cuna de Lorca, en los jardines del Generalife de Granada.
El taconeo de Cristina Hoyos resonará hoy en el Cervantes de Álora, un teatro que se inauguró el pasado mes de abril, por lo que éste será el primer gran espectáculo que podrá disfrutarse en sus recién estrenadas tablas. El arte llega así a los pueblos.
* Teatro Cervantes. C/ Carmona. Álora. Hoy. 21 h. Precio: 6 euros.
El papel de una alcahueta
En esta ocasión, a la maestra del baile le ha tocado el papel de alcahueta. Metida en la piel de la Vieja Pagana, la bailaora y toda su compañía de danza darán lo mejor de sí mismos al público de Álora. La Yerma de Cristina Hoyos se estrenó en julio de hace dos años en la capital granadina, como parte del Festival García Lorca. Desde entonces, son muchos ya los escenarios por los que ha pasado, como los de Barcelona o Zaragoza. En cualquier caso, la coreógrafa ha recalcado la gratificación que supone acercarse a aquellas personas que no pueden asistir a las grandes ciudades a disfrutar de estas obras.
Atormentada por su deseo truncado de ser madre, una mujer vive su propio drama
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios