Ellos se dejan llevar por las modas. Ellas pasan de influencias externas, año tras año tienen el mismo deseo. Así son los niños coruñeses cuando llega el Carnaval. Ellas quieren convertirse en princesitas vestidas con pomposos y brillantes vestidos rosas. Ellos van con lo que se lleve y este año lo más ‘in' es emular a Johnny Depp y convertirse en un pirata, aunque sea de mares atlánticos. Y ya van tres Carnavales con tendencia: uno por película de la saga.

La influencia del cine es tal que ya casi no quedan disfraces de piratas en la ciudad. En tiendas como Parada Obligada, en As Conchiñas, han agotado este traje tanto para niños como para adultos. Porque el tema del parche, el pañuelo en la cabeza y la espada seduce tanto a los peques como a los mayores. Y estos sí que lo tendrán crudo para ir de bucanero si pretenden hacerlo en pandilla.

En los comercios donde todavía hay disfraces de piratas, apenas quedan uno o dos trajes. Así pues, o cambian de idea o tendrán que ponerse a coser.

Inspiración del cine

Pero la cinefilia masculina no acaba con Piratas del Caribe. Spiderman y Peter Pan son otros de los grandes inspiradores de los peques.

Ellas, sin embargo, van por libre. Las que ya han superado su fase principesca apuestan por cierto folclore: o se decantan por ir de sevillanas o viajan a los alegres años 20 y al charlestón. Este último traje también seduce a las madres.

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