En un comunicado, Irache ha informado de que "en los últimos días se han recibido decenas de llamadas por parte de personas que querían saber a qué tienen derecho y cómo deben actuar ante esta situación de incertidumbre".

A este respecto, Irache ha afirmado que "si finalmente se da una cancelación o un gran retraso, el consumidor podrá reclamar las indemnizaciones que correspondan". "La compañía solo se librará de ellas si ha advertido al pasajero de la cancelación con, al menos, dos semanas de antelación a la salida prevista", ha recordado.

INDEMNIZACIONES SEGÚN LA DISTANCIA DEL VUELO

Según Irache, la sanción más alta que contempla el reglamento europeo es de 600 euros, correspondiente a vuelos superiores a los 3.500 kilómetros de distancia. Para los trayectos de entre 1.500 y 3.500 kilómetros, la sanción del reglamento europeo es de 400 euros. La misma cantidad es contemplada para los vuelos intracomunitarios de más de 1.500 kilómetros. Por último, en el caso de los viajes de 1.500 kilómetros, el cliente podrá ser recompensado con 250 euros.

En cualquier caso, tal y como ha recordado la asociación de consumidores, para conseguir cobrar estos importes el consumidor deberá efectuar una reclamación a la empresa.

Irache ha afirmado que "en algunos casos, algunas compañías aéreas alegan que, al tratarse de una huelga, no tienen que hacer frente a estas indemnizaciones porque lo consideran una circunstancia extraordinaria". Sin embargo, "una huelga de trabajadores de una compañía no exime a ésta de su responsabilidad y, por tanto, debe pagar las compensaciones señaladas", ha señalado.

La normativa europea entiende que sólo se puede dar una circunstancia extraordinaria cuando no sea "inherente al ejercicio normal" de la compañía y "escape al control efectivo" de ésta, dos requisitos que, ha recordado Irache, "no se dan en las huelgas de una empresa".

Irache ha destacado en su comunicado que en abril de este año una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea "reforzó esta posición". Una compañía alemana, tras anunciar una reestructuración, sufrió bajas por parte del 89% del personal técnico de navegación y del 62% del personal de cabina en los días siguientes.

Estos hechos dieron lugar a la cancelación o el retraso de muchos vuelos durante una semana. Los jueces europeos han señalado que esta "huelga salvaje" no supone una circunstancia extraordinaria que exima a la compañía de compensar a los consumidores afectados.

En este sentido, según Irache, "hay numerosas sentencias de audiencias provinciales de España que determinan indemnizaciones para pasajeros que sufrieron cancelaciones por huelgas de trabajadores de la compañía aérea en la que iban a viajar".

Sin embargo, la asociación ha recalcado que "la cuestión es diferente cuando la huelga atañe a empresas ajenas a la compañía", como pueden ser las huelgas de controladores aéreos o de personal de aeropuertos. "En estos casos -ha señalado la asociación- no queda tan clara la responsabilidad de la compañía".

Tal y como ha informado Irache, además de las indemnizaciones incluidas en el reglamento europeo, "los consumidores tienen derecho a reclamar indemnizaciones suplementarias por daños añadidos". En estos casos, ha destacado la organización, "es fundamental documentar estos perjuicios, como las noches de hotel perdidas, la excursión que no pudieron hacer o el billete de tren que no pudieron coger".

"Las compañías suelen ser muy reticentes a pagar estos daños derivados de la cancelación del vuelo y en muchas ocasiones hay que acudir a los tribunales para poder cobrarlas", ha recordado Irache. En cualquier caso, según la asociación, "es importante exigirlas desde un primer momento adjuntando la documentación pertinente".