La tormenta se inició por la tarde (truenos y relámpagos incluidos) y, pese a todo, había a esa hora en la playa cientos de jóvenes cogiendo sitio y preparados para prender su hoguera. Este año era importante hacerse un hueco en la arena, porque por primera vez el Ayuntamiento acotó la zona de hogueras y sólo permitía encender a lo largo de un kilómetro.
Otra de las novedades de este año era que no se podía prender cualquier madera, sólo la que facilitaron a la entrada (donde también se instalaron contenedores para evitar la suciedad de otras ediciones).
Cientos de valencianos formularon sus deseos y se mojaron los pies, como manda la tradición. Además, en la Malvarrosa se fusionaron con los cuatro elementos, como es preceptivo en esa noche: la tierra, el aire, el fuego (al que le costó avivarse por la lluvia) y el agua.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios