En su auto, el magistrado destacaba que tres de los 14 detenidos tenían planeado cometer un atentado suicida entre el 18 y el 20 de enero en transportes públicos de Barcelona. Sin embargo, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, precisó este jueves que los presuntos 'yihadistas' dispuestos a inmolarse eran un total de seis y no de tres.

La información sobre los tres presuntos suicidas que no han sido detenidos ha partido del testigo protegido de los servicios secretos franceses, que permitió desarrollar la operación policial. No obstante, las citadas fuentes judiciales avanzaron que existen pruebas que respaldan su testimonio, corroborado también por tres de los detenidos en sus declaraciones en el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional.

En relación con los lugares donde supuestamente se iban a cometer los atentados, las fuentes han reiterado que éste se iba a realizar en algún medio de transporte de Barcelona, sin poder concretar si el verdadero objetivo del ataque iba a ser la red de Metro.

Contradicciones sobre la inminencia del atentado

Sobre los explosivos, el juez Moreno aseguraba en el auto que el material incautado "carecía de la suficiente potencia destructiva para la comisión de un atentado con garantías de causar estragos".

Asimismo, las fuentes consultadas insistieron en la inminencia del atentado, tal y como apuntaba en el auto el magistrado (18-20 de enero). No obstante, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha admitido este viernes que "existen dudas" sobre la inminencia del ataque. Según él, la Guardia Civil no ha encontrado la suficiente cantidad de explosivo como suponer algo así, aunque ha subrayado que la operación continúa abierta.