Desde que se inició la actual campaña, a mediados del mes de mayo, se han realizado 275 intervenciones que se han traducido en la retirada de esos cerca de 400 huevos, según ha informado el Ayuntamiento de Santander en nota de prensa.
Ahora, durante los meses de julio y agosto, se revisarán los edificios en los que se ha actuado para detectar si hubiera segundas o terceras puestas, y se trabajará también para completar el censo de parejas reproductoras en la ciudad.
Según ha recordado el concejal de Medio Ambiente, José Ignacio Quirós, el objetivo de estas medidas es reducir la población nidificante de estas aves en la ciudad y evitar así los problemas y molestias que ocasionan al anidar en tejados y azoteas.
Los trabajos se desarrollan todos los años coincidiendo con el periodo reproductor e incluyen la retirada de nidos y huevos, así como el posterior control por si las parejas volvieran a anidar en los mismos puntos.
El equipo de trabajo encargado del programa actúa a petición de los propietarios que comunican la presencia de aves en sus tejados, o bien al detectar ellos la existencia de nidos.
Quirós ha explicado que la retirada de los nidos es "una medida de carácter disuasorio", ya que se impide que las parejas reproductoras saquen adelante sus crías.
Con ello, se trata de frenar la proliferación de estas aves, que anidan en edificios de la ciudad y causan molestias por el ruido y problemas de insalubridad.
El programa municipal de control de gaviotas se puso en marcha en el año 2005 y ha permitido ir reduciendo la población global de estas aves en la ciudad.
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