Son Pedro, Elisabeth y su hija Shaila. Y, atención, están de vacaciones en esta casa de lujo completamente gratis. Esta familia de Tarragona ha hecho del intercambio de casas su modo de viajar. Esta vez nos saludan desde Nueva Zelanda, a 20.000 kilómetros de Madrid y aseguran que con esta práctica pueden ahorrarse hasta un 50% de lo que les costaría el viaje. Por eso fomentan a través de las redes el intercambio de casas.

En siete años han viajado por los cinco continentes, México, Tailandia, se han casado en Las Vegas, y aseguran, ninguna experiencia negativa. Aunque afirman que "al principio hay miedo a lo desconocido", reconocen que "hay mucha gente hospitalaria" dispuesta a intercambiar su casa para que otros disfruten de la experiencia de viajar y visitar otros países.

En algunos de sus viajes, dicen, se han encontrado con el desayuno preparado por parte de la familia residente y lo mismo hacen ellos con quienes van a pasar un tiempo en su casa. "Podéis dormir en mi cama y coger todos mis juguetes", confiesa la pequeña Shaila que les deja escrito a los inquilinos; y aconsejan que, ante la perspectiva de prestar la casa, "hay que intentarlo", consejos que dejan mientras ellos piensan ya en su próximo destino.