Las estadísticas agrarias colocan al olivar como el cultivo más importante en Andalucía por número de productores y hectáreas sembradas.

Es por ello que el proyecto del Banco Mundial de Referencia de Germoplasma que hay en Córdoba se ha convertido en una de las mejores herramientas para aumentar la producción de aceite.

Esta iniciativa está siendo llevada a cabo por un grupo de 15 investigadores liderado por el profesor Diego Barranco.

En el banco, que lleva en funcionamiento desde 1970, se guarda material genético –normalmente semillas– de las variedades de olivos.

El objetivo del nuevo proyecto en el que está embarcado este grupo es sanear las clases existentes y ampliar la base de datos, que actualmente está compuesta por más de 400 tipos distintos de esta clase de árbol.

«Queremos convertirnos en un centro de referencia mundial en esta especialidad», explica Barranco, quien se pone de plazo tres años para poder alcanzar sus metas.

Este experto resalta la importancia de contar con un mayor número de variedades, «ya que esto permitirá evaluarlas y poder seleccionar modelos diferentes a los tradicionalmente conocidos».

De este modo, se puede elegir el tipo de olivar más idóneo en cuestiones de producción y de mejor adaptación a las condiciones que tiene este cultivo en la actualidad.

Cuando el banco esté saneado, se abrirá al propio sector olivarero, cuyos viveristas podrán acudir para recoger muestras de aquellas variedades que más les interesen y que, normalmente, coinciden con las utilizadas por los productores en cada campaña.