Las Comunidades marcan las primarias del PP: Andalucía aupó a Santamaría y Casado arrasó en Madrid

Soraya Sáez de Santamaría y Pablo Casado.
Soraya Sáez de Santamaría y Pablo Casado.
EFE
Soraya Sáez de Santamaría y Pablo Casado.

Sin el resultado de Andalucía, Soraya Sáenz de Santamaría no habría ganado la primera fase de las primarias del PP y el primer lugar habría sido para Pablo Casado, que este jueves quedó segundo en la contienda por el liderazgo del partido gracias a plazas como Madrid, donde obtuvo sus mejores resultados y la mayor distancia con sus mayores competidoras, con 4.487 votos frente a 1.811 de María Dolores de Cospedal y 1.613 de la exvicepresidenta del Gobierno.

Estas conclusiones pueden extraerse de un análisis más pormenorizado de los resultados de la votación de la militancia del PP el pasado 5 de julio. Fueron pocos, 58.305 de un censo ya de por sí minúsculo de 67.158 afiliados sobre un censo teórico de 869.535. Sin embargo, el sentido de su voto deja un rastro de caladeros para unos y otros o sobre el peso mayor o menor de los barones en cada uno de sus territorios.

Reparto de provincias entre Santamaría, Casado y Cospedal.
Reparto de provincias entre Santamaría, Casado y Cospedal.

Como en cualquier estadística, Andalucía vuelve a quedar como la comunidad con el mayor censo de afiliados inscritos para votar, un total de 11.833, que se demostraron imprescindibles para que Sáenz de Santamaría quedara primera y no segunda en el primer corte de la militancia.

Así, si las primarias del PP no hubieran pasado por Andalucía, se habrían restado los 5.581 votos que exvicepresidenta obtuvo allí a su cómputo total de 21.513. Por su parte, Casado habría restado 1.663 votos a su total de 18.304. El cómputo sin Andalucía habría dado como resultado 18.304 votos para él frente a 15.932 para Sáenz de Santamaría y habría cambiado el orden de la clasificación y quién sabe si las tornas de la negociación que se abre de ahora en adelante.

Profetas en su tierra

Si Andalucía fue clave para Santamaría, la Comunidad de Madrid lo fue para Casado, donde obtuvo más del doble de votos que la segunda clasificada, la todavía secretaria general del PP, 4.487 frente a 1.811. Madrid dobló la clasificación final y dejó en tercera posición a la primera clasificada a escala nacional, con 1.613 para la exvicepresidenta.

Si Madrid fue la provincia que mejor se comportó con Casado, Toledo lo fue con Cospedal porque allí sacó en términos absolutos su mayor número de votos (1.091) y Sevilla, una plaza dominada por Javier Arenas, lo fue para Santamaría, con 1.688 votos.

Como se esperaba, el PP de Castilla-La Mancha se volcó con su presidenta y Cospedal obtuvo casi tres veces más de votos que el segundo clasificado, Casado. 2.922 frente a 1.113. Su adversaria histórica, Sáenz de Santamaría no obtuvo más que 423 votos de un total de 4.515.

Por otra parte, se puede decir que los tres contendientes fueron profetas en su tierra, porque los tres ganaron en la provincia donde nacieron. Casado, en Madrid; Cospedal, en Albacete (547 votos frente a 107 que fueron para Casado y 30 a Sáenz de Santamaría), y la exvicepresidenta, en Valladolid (637 votos frente a 422 del vicesecretario y 215 de la secretaria general).

Esta querencia del terruño por el candidato propio también puede explicar los resultados de los otros tres precandidatos que con unos resultados prácticamente testimoniales en comparación con los principales aspirantes también sacaron buenas notas en sus lugares de origen.

De menor a mayor, 118 de los 185 votos que obtuvo el concejal de la población valenciana de Font de la Figuera Elio Cabanes fueron en la provincia de Valencia; el secretario de Relaciones Internacionales, José Ramón García Hernández, obtuvo en su Ávila natal 131 de sus 668 votos totales.

Tal y como dijo en la misma noche electoral, cuando agradeció "a los militantes que me han votado, que han sido tan pocos que espero hacerlo personalmente", el exministro de Exteriores José Ramón García-Margallo podría ir a Alicante a saludar a buena parte de su electorado, porque en su ciudad le votaron 57 afiliados de su total de 680, sólo superados por Madrid, donde se apuntó 137 apoyos.

Poder territorial

Sáenz de Santamaría ganó en 30 provincias; Cospedal, en 17, y Casado, en 14, pero la distribución final de resultados se reorganizó en función de los censos de votantes en cada una de ellas.

En todo caso, las dos provincias donde la militancia inscrita más se animó a ir finalmente a la urna fueron "sorayas": En Álava, la cuna del exminstro de Sanidad, Alfonso Alonso, fue a votar el 97,3% y en Huelva, de donde es la exministra de Empleo, Fátima Báñez, lo hizo e 97,2% de los afiliados inscritos.

Por comunidades, Casado no ganó en ninguna provincia en Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia, Canarias y País Vasco. Cospedal no vio victorias en Cataluña, Castilla y León, Baleares y País Vasco y Sáenz de Santamaría no tuvo el apoyo de ninguna provincia en Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura.

Además de para los candidatos, el proceso de sucesión en el PP está suponiendo una prueba para los dirigentes autonómicos, muchos de los cuales llevan meses intentando sofocar diversas revueltas internas con bandos enfrentados que también han tomado posiciones de cara a la batalla entre Santamaría, Casado y, hasta esta semana, Cospedal.

Así los presidentes que acertaron al apoyar al ganador en su comunidad fueron los sorayistas Juanma Moreno en Andalucía, Alfonso Alonso en el País Vasco e Isabel Bonig en la Comunidad Valenciana.

Por su puesto, Cospedal ganó con holgura en su feudo castellanomanchego y con ella lo hizo también Alberto Núñez Feijóo en Galicia, que sin hacer explícito su apoyo sí había dejado bastante claro su respaldo a la secretaria general.

El presidente de Murcia, el treintañero Fernando López Miras, apostó por Casado y no se equivocó tampoco y en la bicefalia que existe en el PP de Castilla y León entre el presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, y el presidente orgánico, Alfonso Fernández Mañueco, ganó este segundo al apostar por la exvicepresidenta.

En la cara de la moneda, los presidentes del PP de Aragón Luis María Beamonte, y de Extremadura, José Antonio Monago, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, no acertaron al apoyar a Cospedal en territorios donde, en los tres, ganó Casado.

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