El Ayuntamiento de Madrid ha apostado por recuperar la vida en el río Manzanares. El proceso estaba yendo sobre lo previsto y había recibido elogios por parte de las organizaciones ecologistas, pero los vecinos de Arganzuela tienen otra opinión. Muchas personas residentes en el distrito piden que se atienda la parte que discurre entre la presa 8 y 9.

Ese tramo se ha reservado para que practiquen sus actividades los remeros de Madrid, por lo que el agua se encuentra estancada y esto perjudica el desarrollo de animales y plantas. La zona se encuentra "deteriorada", según explica Rosa Tristán, promotora de la campaña de Charge.org que ha puesto en escena las reclamaciones. Se acerca ya a las 20.000 firmas.

"No tengo nada en contra de los remeros, pero los vecinos valoramos la riqueza del río", dice. Además, reitera que tiene que quedar claro que "se trata de un río y no de un canal".

La petición, que se une a otra propuesta recogida en Decide Madrid, solicita que en ese kilómetro y medio puedan darse las mismas condiciones que en el resto del Manzanares. "Es una zona por la que pasean cada día cientos de personas, que ven como las especies van desapareciendo y se deterioran por culpa de unos pocos", esgrime Tristán.

La precursora, que reconoce la voluntad del Consistorio, cree que no es "lógico" ir en contra de las peticiones de los vecinos. A esta postura se suman también desde Ecologistas en Acción. "Es un asunto de sentido común", dice uno de los fundadores, Santiago Martín.

La ONG estuvo de acuerdo en el proyecto, pero avisa de que las circunstancias han cambiado. "Hay dos vertientes, y es cierto que se ha conseguido con mucho éxito tener un mejor río, pero no se puede obviar la posición de la gente de Arganzuela", comenta.

Martín solicita que el río Manzanares pueda "funcionar libremente" y se respeten "todas las especies". Rosa Tristán, en este sentido, cuenta que no es normal que haya "un mensaje de renaturalización" y luego "se quede una parte abandonada". Se trata de un tema "ambiental", pero también "social", explican desde Ecologistas.

Desde el Consistorio aseguran que la decisión no se ha tomado ahora, sino "a finales de 2016", y con vistas al futuro. "El objetivo era hacer compatibles la renaturalización con la práctica del remo en el Manzanares, dejando libre la mayor parte del tramo urbano e incluyendo una escala de peces en la presa número 9 para asegurar la conectividad de la fauna acuática", reiteran.

"El Ayuntamiento está realizando un seguimiento de la fauna en el Manzanares, que, por supuesto, continuará ahora, y se hará una evaluación de la nueva situación", añaden, para recalcar que seha solicitado a la Comunidad de Madrid que "prohíba la pesca en el tramo naturalizado del río para fomentar la mayor presencia de fauna autóctona".