Escobar ha hecho estas declaraciones antes de su ponencia en el seminario 'Terrorismo yihadista. Escenario post-califato', que se imparte del lunes al miércoles como parte de la oferta académica de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla).

El embajador ha explicado que "tampoco hay que olvidar el tema simbólico de Al-Andalus", ya que los yihadistas "siempre han considerado que España se quedó con un territorio que les perteneció en algún momento" y han "idealizado" el territorio que "posiblemente coincidió con la etapa de mayor esplendor de la cultura islámica".

Según ha explicado, el Estado Islámico (Daesh) atraviesa en la actualidad un momento de "declive", aunque conserva todavía cierta presencia. Es decir, que "ha dejado de ser una organización con capacidad militar para convertirse en una suerte de insurgencia muy localizada en una serie de lugares del territorio iraquí y también en Siria".

No obstante, ha matizado que se ha derrotado "territorialmente" a Daesh en Irak, "donde ya no ondea ninguna bandera de la organización en edificios públicos, pero siguen estando presentes en zonas rurales, montañas abiertas y desiertos".

En su opinión, el Estado Islámico es un "fenómeno eminentemente iraquí, producto, entre otras razones, de la intervención norteamericana" del año 2003 que ha ido evolucionando. Así, desde 2014 hasta prácticamente el año pasado "consiguió establecer un califato extendido tanto por Siria como por Irak".

Para el embajador, autor además de artículos y trabajos sobre el tema, el auge de Daesh "está ligado a una serie de condicionamientos internos del país árabe donde surge Al-Qaeda como antecedente; el Estado Islámico se convirtió en la principal insurgencia suní contra la intervención militar y, una vez que se retiran las tropas norteamericanas, los islamistas se reagrupan y aprovechan el conflicto civil en Siria para crecer y desde allí invadir prácticamente Irak, donde se quedaron con un tercio del país".

Bulgaria, Nicaragua, Marruecos, Jordania o Jerusalén han sido los destinos profesionales de Escobar hasta que llegó a Bagdad hace un año, en una carrera diplomática muy centrada en el mundo árabe, sobre el que lleva investigando y escribiendo artículos más de 15 años, sobre todo de los procesos de reforma política, el islamismo o los distintos tipos de activistas islámicos.

El embajador ha reconocido que su día a día es "complejo" porque su libertad de movimiento es limitada, siempre en coche blindado y bajo la protección de una docena de agentes de la Policía Nacional desplazados a Bagdad.

Aunque la colonia española es pequeña -en torno al medio centenar de personas- y está compuesta básicamente por matrimonios mixtos, destaca la presencia de más de 500 militares desplegados en la zona y un creciente número de empresas españolas que quieren participar en la reconstrucción del país.