La DGA subvenciona hasta el 50% del coste de las calderas de biomasa. La instalación sólo se hace en edificios con calefacción central y cada vecino tiene que pagar entre 1.000 y 1.500 euros.

Los expertos señalan que este sistema es más sostenible que la energía tradicional. Las calderas de biomasa de la ciudad contrarrestan la emisión de CO2 que producen al circular 2.000 vehículos, según Jesús Crespo, de la empresa Bio Ebro, que suministra las calderas de biomasa y su combustible.

Para crear el combustible, se elimina la humedad de los residuos agrícolas (cáscaras o huesos) y se elabora un compuesto granulado, el pele, de máximo tres centímetros de largo. Tan sólo 2,1 kilos de este producto produce la misma energía que un litro de fuel, pero por un 25% menos de dinero.

Además, las calderas consumen menos y los vecinos ahorran hasta un 70% en sus facturas. La cuota máxima por diez horas de calefacción al día con biomasa es de unos 30 euros al mes, frente a los 100 que llegan a pagar los inquilinos de comunidades con calefacción de gasoil.

La energía renovable, obligatoria

El nuevo Código Técnico de Edificación, en vigor desde mayo de 2007, obliga a todas los edificios de nueva construcción a incluir fuentes de energía renovable para la obtención de agua caliente y electricidad. El objetivo es reducir hasta en un 50% las emisiones de dióxido de carbono de las viviendas y y ahorrar hasta un 40% en el consumo energético.

Un sector en alza

En expansión: La DGA invertirá hasta 2012 cerca de 280 millones de euros en impulsar la biomasa, según el Plan Energético de Aragón 2005-2012.

Varios usos: La biomasa se utiliza para producir electricidad, calefacción y carburante (biodiésel).

Investigación: Bio Ebro colabora con el Ministerio de Educación y Ciencia para desarrollar las energías renovables en todo el país.