La Estación Internacional de Canfranc orienta el camino de Aragón hacia Europa y el crecimiento en el siglo XXI

  • CANFRANC (HUESCA), 1 (EUROPA PRESS)
Edificio de la Estación de Canfranc desde los Arañones.
Edificio de la Estación de Canfranc desde los Arañones.
EUROPA PRESS
Edificio de la Estación de Canfranc desde los Arañones.

Lindando con Francia y referencia en el Pirineo aragonés, la estación internacional ferroviaria de la villa de Canfranc será rehabilitada para orientar el camino de Aragón hacia Europa y el crecimiento en el siglo XXI.

La colocación de la primera piedra del proyecto de rehabilitación de la antigua estación internacional ferroviaria y su entorno, para adaptarla a usos comerciales y prepararla para la reapertura de la línea internacional que durante décadas ha unido España con Francia, así lo demuestra.

El Gobierno de Aragón invertirá 29.959.675 euros para llevar a término esta rehabilitación, situando en el siglo XXI un equipamiento que inauguró Alfonso XIII en 1928 y que lleva décadas prácticamente en desuso.

Esta semana, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, otras autoridades y una representación de los vecinos canfranqueses y de la sociedad civil asistieron a la colocación de la primera piedra de las obras, empezando a hacerse realidad uno de los asuntos que han aunado el esfuerzo de ciudadanos, colectivos e instituciones aragonesas desde que en 1970 se interrumpió el servicio ferroviario internacional, debido a la rotura del puente de L'Estanguet, en la parte francesa.

El coste millonario de la reapertura y de la puesta en uso de la antigua estación internacional, el desinterés de las instituciones centrales, en muchas ocasiones, hacia la conexión de España y Francia por el Pirineo central, especialmente por parte del país vecino, y la menor relevancia de Aragón en la política nacional, sobre todo en comparación con otras regiones, han convertido este proyecto en un deseo de todos los aragoneses difícil de llevar a término, que se ha revitalizado en los últimos años y que puede hacerse realidad en el próximo quinquenio.

Ha sido la sociedad civil, encarnada por la Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Oloron (CREFCO), en Aragón, y su hermana francesa, CREFCO, la que han movilizado durante una larga etapa a ciudadanos, instituciones y medios de comunicación para defender la reapertura, que ha de reforzar el carácter estratégico de Canfranc, no como mito de los aragoneses, sino como un punto esencial del turismo aragonés y del tráfico de mercancías, en la línea de la apuesta por el sector de la nieve y la logística que lleva a cabo el Gobierno de Aragón, en sucesivas legislaturas y con el consenso de todos los actores políticos.

En palabras del alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, el proyecto ha generado una gran ilusión: "Intentar explicar sentimientos con palabras es imposible" porque con el inicio de estos trabajos se pone "la primera piedra del futuro de Canfranc", aseguró en el acto del jueves pasado.

ACTO DE JUSTICIA

Según reza el texto del acta de la puesta de la primera piedra de la rehabilitación de la estación y su entorno: "Recuperar la estación es un acto de justicia que celebramos con la vista puesta en aquellas personas que creyeron en este paso transfronterizo y lo impulsaron en 1853".

El mismo documento enfatiza el carácter perenne de esta infraestructura, al manifestar que "el día de hoy nos proyecta a una nueva forma de entender nuestro lugar en el mundo, con la esperanza y la positividad de quienes soñaron, por primera vez, esta línea internacional pensando en el pasado, en el presente y en el futuro".

Javier Lambán ha recordado que el de Canfranc es "un viejo sueño" que fue realidad hasta 1970 y desde entonces, "la demora en reparar la línea se convirtió en el símbolo de la desatención del Estado a las Comunidades Autónomas".

Este proyecto, 'La razón de un sueño', representa "la capacidad de hacer frente a cualquier dificultad" por parte de los aragoneses, ha considerado el presidente, quien ha dejado claro que "estamos tocando con los dedos" la última etapa del proyecto. A su juicio, "ha llegado la hora de Aragón".

En esta línea, el consejero José Luis Soro ha subrayado que recuperar la Estación Internacional de Canfranc es "un acto de amor", pero también "una obligación moral" ya que "se lo debíamos a las generaciones de aragoneses que nos precedieron y que tardaron 75 años en cumplir un sueño". Forma parte de "nuestro ADN".

Será un anhelo realizado para un municipio que, alejado de la capital provincial y más aún de la ciudad de Zaragoza, conserva 542 residentes permanentes y abastece a los turistas que visitan las cercanas estaciones de esquí de Astún y Candanchú, pasan por la villa para continuar el Camino Francés de Santiago o practican deportes de montaña en el entorno boscoso de la localidad.

La revitalización de Canfranc encaja con las persistentes políticas de impulso al territorio en Aragón y el desarrollo de la actividad productiva fuera de los grandes núcleos habitados. "Nuestra visión de la UE no se construye únicamente en las capitales, sino en las fronteras", ha dicho el miembro del Consejo Regional de Nouvelle Aquitaine, Mathieu Berge.

No es nueva, pero sí reciente, la apuesta del país galo por esta línea internacional. De hecho, durante décadas la línea ferroviaria ha estado inhabilitada en Aquitania, mientras el Gobierno de España ha mantenido operativo el tramo Huesca-Canfranc con dos convoyes diarios que tardan varias horas en alcanzar la villa fronteriza desde Zaragoza, pero que han mantenido vivo el recuerdo del esplendor de inicial de la estación y han facilitado la activación de las reivindicaciones aragonesas.

PROYECTO

El proyecto de rehabilitación, que ya ha echado a andar, no solo incluye la reforma integral del edificio de la antigua Estación, sino también la urbanización de la denominada Explanada de los Arañones y varios trabajos para garantizar el tráfico ferroviario, entre otros, la construcción de una nueva estación de tren y una nueva playa de vías, trabajos que ejecutará la UTE 'Canfranc', formada por Acciona y Avintia Proyectos y Construcciones.

La nueva estación de pasajeros y el espacio para uso ferroviario se extenderán a lo largo de 63.850 metros cuadrados, concluyendo estos trabajos en la primavera de 2019.

Una vez las vías se trasladen a la zona posterior de la Explanada, quedará libre la parte más cercana al río y comenzará la urbanización y la recuperación del edificio histórico de la Estación, que se convertirá en un espacio para ocio, restauración y un hotel de cinco estrellas, este último gestionado bajo una concesión de 69 años a la UTE que realizará estos trabajos. También se construirán viviendas.

Una de las novedades de este proyecto es que se respetan los edificios existentes, los volúmenes y los espacios construidos. En los próximos meses se iniciará la recuperación de la marquesina exterior de la Estación con cargo al 1,5 por ciento cultural del Ministerio de Fomento. En total, se utilizarán 107.648 metros cuadrados de suelo de uso público y 24.258 de uso privado.

Con este proyecto se pretende garantizar el futuro de la función ferroviaria; conservar todas las edificaciones; impedir la aparición de nuevas edificaciones; preservar la memoria colectiva y convertir el entorno en una verdadera 'plaza mayor'.

Además este verano empezarán las obras para crear un Centro de Acogida de Peregrinos del Camino de Santiago-Camino Francés, con un coste de medio millón de euros, cofinanciados con fondos europeos a través del POCTEFA.

También se pondrá en marcha el Museo del Ferrocarril de Aragón, con una subsede en este complejo canfranqués, concretamente el antiguo Depósito de Locomotoras, un edificio semicircular y pecular en el que ya actualmente se guardan algunos coches de viajeros de época.

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